Carmen Tomás – Ahora, la banca


MADRID, 3 (OTR/PRESS)

El Gobierno, al parecer, no ha desplegado suficientes dosis de demagogia para zafarse de su responsabilidad en la crisis económica. Primero fue clamar a los cuatro vientos la inexistencia de la misma. Luego vendrían los catastrofistas o los antipatriotas. Después, las políticas neoliberales, Bush, Aznar, el sistema financiero norteamericano, el pesimismo. Todo valía para echar balones fuera, para no asumir la responsabilidad de cinco años de inacción, de mirar para otro lado, de vivir de las rentas.

Ahora acosado por las estadísticas de crecimiento y empleo ha encontrado un nuevo responsable: la banca. El sistema financiero español que no hace mucho era modelo, el mejor del mundo, ha pasado a ser por la incapacidad del Gobierno el chivo expiatorio de todos los males que nos aquejan. Ahora les vemos en una mesita tipo pupitre, con los pies casi colgando a merced del gobierno que le pasa la lección.

Claro que hemos ayudado a bancos y cajas con la compra de sus activos y avalándoles para que aumentara la liquidez. Eso nos dijeron cuando muchos sabíamos -el gobierno también- que el dinero era para afrontar los pagos en el exterior fruto del endeudamiento colectivo de la economía española. Ahora y a la vista de los beneficios confesados -menores, pero beneficios- es cuando el gobierno ha encontrado a quien echar la culpa de la crisis. Podían decir que como les hemos ayudado deberían comportarse en el reparto de esos beneficios, en los sueldos millonarios, en los bonus.. Pero, no. Ha ido directamente a la demagogia: no es el momento de beneficios.

Menos mal que los bancos tienen beneficios. No se trata de eso. Se trata de que desde el principio no se ha dicho la verdad y se ha engañado a la gente. La morosidad de bancos y cajas sube a ritmos elevadísimos y no pueden, si quieren seguir siendo más o menos solventes, dar crédito a todo el que lo pide. Para eso está el ICO, señor mío. El Gobierno debería avalar las operaciones, porque el resultado de una política descontrolada de crédito nos llevaría a la quiebra y a rescatar al sistema con mucho más dinero de todos.

Ya está bien de tomarnos el pelo. El Gobierno no está haciendo nada ante la crisis sin precedentes que nos lleva inexorablemente a los cuatro millones de parados en pocos meses. Cada uno tiene asumir su responsabilidad y a los bancos se les puede pedir un esfuerzo en ser más cauto y reservar los beneficios en lugar de repartirlos, pero ni es el culpable único de la crisis, ni es el que está llamado a resolverlo en solitario. No nos tomen por tontos y tomen medidas destinadas a aumentar la competitividad y la productividad de sectores tan vitales como el automóvil o el turismo. Paguen sus deudas a las empresas en lugar de patrocinar obritas y evitarán que cientos de miles de empresas como la del empresario Solis se vean abocados al cierre y a echar a la calle a sus trabajadores. Basta de demagogia y actúen ya. Basta de buscar culpables. Ya no cuela.

Carmen Tomás.

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