MADRID, 4 (OTR/PRESS)
Una vez más el número dos del PSOE, José Blanco, ha sido capaz de poner orden en el gallinero en el que a veces se convierte el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en donde los independientes se van diluyendo en su propia falta de experiencia política. A la grosera amenaza formulada por Miguel Sebastián a los banqueros ha sucedido una declaración de concordia de José Blanco, demostrando con su sentido común que lo que peor podría ocurrir es que se generalizase en España una suerte de «bancafobia» al calor de la grave crisis económica y de las dificultades por las que atraviesan muchos millones de familias españolas.
Del ministro de Industria queda poco por decir salvo la urgencia en sacarlo del gabinete para que deje de hacer el ridículo. Coches eléctricos como alternativa al mayor stocks de coches sin vender de la historia de la industria española, bombillos ahorradores como alternativa a la subida sin control de las tarifas eléctricas, llamada autárquica a consumir productos españoles y abroncar a los bancos son las únicas iniciativas que se recuerdan a este fichaje estrella independiente que se estrenó en la política con los peores resultados obtenidos por el PSOE en las elecciones municipales de Madrid.
Que hace falta crédito está claro y que habría que objetivizar los parámetros del concepto de solvencia, a medio camino de la laxitud de ayer y del cerrojazo de hoy, también. Pero un Gobierno no está para intimar sino para utilizar el Boletín Oficial del Estado.
Nadie puede escudar sus responsabilidades en los déficit de otro y menos en este momento. La falta de circulación del dinero es una realidad objetiva. La falta de garantías de muchos de los que lo necesitan, también. Es al Gobierno a quien le corresponde poner en marcha medidas para que ese desencuentro tenga una solución. Y no parece el mejor camino la bronca; incluso puede nacionalizar la Banca, pero nunca amenazar a los banqueros. Eso está en los manuales de ciencia política aunque Miguel Sebastián no los haya leído.
Carlos Carnicero.
