Cayetano González – Ajuria-Enea y Raxoi .


Los dos son palacios de estilo neoclásico -el vasco construido en 1918 y el gallego en 1766- enclavados en el vitoriano Paseo de Fray Francisco y en la majestuosa Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela respectivamente. Pero en la actualidad son, además de dos hermosos edificios, las sedes que albergan las presidencias de los Gobiernos del País Vasco y de Galicia cuyos inquilinos se conocerán tras las elecciones del próximo uno de marzo.

Amén de elegir sus Parlamentos, las elecciones vascas y gallegas tendrán en esta ocasión una trascendencia política que sobrepasará los límites geográficos de las respectivas Comunidades Autónomas. En clave nacional, Rajoy se juega en este doble envite más que Zapatero. Todo lo que no sea para el actual líder del PP conseguir la mayoría absoluta en Galicia y no mantener, como mínimo, los 15 escaños que la ausente María San Gil consiguió hace cuatro años en el País Vasco, será un motivo mas para que el liderazgo de Rajoy siga siendo cuestionado tanto fuera como, sobre todo, dentro de su partido.

Las cosas no parecen pintar demasiado bien para el político gallego, a tenor de las encuestas que se han ido conociendo en estos últimos días y especialmente la del CIS, que no le daba al PP mayoría absoluta en Galicia y que le otorgaba un descenso de entre tres y cuatro escaños en el País Vasco con respecto al 2005.

En Euskadi, la gran incógnita, que sólo podrá empezar a ser despejada cuando en la noche electoral se cuenten los votos, es si por primera vez en la historia habrá o no un lehendakari no nacionalista. Este sólo podría ser el socialista Patxi López que habrá que ver si consigue el apoyo popular suficiente y si cuenta con el margen de acuerdo necesario con otras fuerzas políticas para llegar a Ajuria-Enea o, si por el contrario, será el candidato del PNV, Juan José Ibarretxe, quien siga ocupando el sillón del palacio vitoriano.

Después de veintinueve años en el gobierno, parecería aconsejable que el PNV se fuera a la oposición, pero eso es algo muy difícil ya que el partido fundado por Sabino Arana es como un gato con siete vidas, que antes de perder el poder se revolverá y movilizará lo que no está escrito en los libros para que eso no suceda.

En cuanto a Galicia, al PP, si quiere gobernar, sólo le sirve sacar mayoría absoluta. En caso contrario, la reedición de la actual coalición entre el PSG y los nacionalistas del Bloque está asegurada. Una coalición que no es que entusiasme en exceso a los ciudadanos gallegos, a tenor de la alta cifra de abstención que se prevé para el uno de marzo, amén del escándalo que ha supuesto los gastos fastuosos de Pérez Touriño en uno de sus coches oficiales -más caro que el del nuevo Presidente de Estados Unidos, Barack Obama- o en las sillas de 2.400

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