MADRID, 21 (OTR/PRESS)
No hay día sin noticia de los cazadores, -el ministro furtivo y el juez socialista-, como los definió Esperanza Aguirre, ni hay día sin cazados o presas. Del ministro Bermejo nos cuenta hoy el diario «El Mundo» que pagó una cabeza de venado a un taxidermista con doce billetes de 500 euros, una pieza que se obtuvo en una montería de Jaén en la que el ministro no había cazado nada. ¿Empezaremos a tener resuelto el misterio de los llamados «binladen», los billetes de 500 euros que pocos han llegado a ver, pero que aseguran que existen?
Segunda cuestión: Asegura «La Razón» que Bermejo se sirve de personal de Quintos de la Mora sin ningún coste, y que el ministro y su familia aprovechan los servicios de la finca estatal, como alojamiento, cocina y limpieza. Por su parte, la vicepresidenta De la Vega defiende la transparencia del titular de Justicia y José Blanco habla de anécdota.
Y tercera acusación del día contra «el furtivo»: dice «ABC» que en la montería del ministro y el juez se cazaron jabalíes, cuando estaba prohibido. Dice también «ABC» que cien profesores y catedráticos de derecho denuncian los daños irreparables de la nueva ley Bermejo para crear la oficina judicial. Finalmente, asegura «El Mundo» que el presidente andaluz Chaves trata de cubrir el delito de Bermejo de cazar sin licencia en Andalucía propugnando ahora que exista una sola licencia de caza válida para todo el territorio nacional, y no las 17 licencias que ahora se necesitan para cazar por todo el territorio nacional.
Hay que ver lo que da de sí «el furtivo» Bermejo, situado como uno de los «elementos a batir» por sus múltiples enemigos y adversarios. El otro es Garzón, hospitalizado súbitamente ayer por causa de una indisposición que unos consideran un ataque de ansiedad, otros describen como un aumento de tensión y alguno califica de padecer síntomas de ataque cardiaco. Lo cierto, es que este otro «conejo de la gran cacería» desencadenada por sus pesquisas, antes de su internamiento hospitalario, había dado orden de que se efectuaran tres copias de su sumario, parece que ya concluido. Los más perspicaces deducen que eso querría decir que el juez de la Audiencia ha hallado indicios de que hay aforados en tres territorios judiciales, que bien podrían ser Madrid, Valencia y un tercero que aún se desconoce, o acaso que el tercero pudiera ser remitido al Tribunal Supremo en el supuesto de que alguno de los indicios apuntara a más altas autoridades, como parlamentarios, ministros o similares. Con lo cual, Garzón habría terminado de hacer los deberes antes del plazo que le dieron los populares bajo amenaza de actuación judicial, -el lunes es el día tope de tan sorprendente condición dictada a un juez-. Pero de esos deberes realizados antes de su indisposición pudieran deducirse «causas mayores», de las que están pasando horas muy aciagas de suspense.
JOSE CAVERO