Cayetano González – Incógnitas electorales


MADRID, 23 (OTR/PRESS)

Habrá que esperar a la noche del próximo domingo, cuando se comience a recontar las papeletas, para despejar las dos incógnitas principales que penden sobre las elecciones vascas y gallegas y que ninguna de las encuestas publicadas el pasado fin de semana han sido capaces de despejar. Por un lado, si en Euskadi habrá por primera vez un lehendakari no nacionalista, el socialista Patxi López, o, por el contrario, si sigue Ibarretxe. Y en Galicia, si el PP es capaz de sacar la mayoría absoluta que perdió Fraga hace cuatro años por siete mil votos o si sigue gobernando la coalición del PSG con el Bloque Nacionalista Galego.

Por encima de estas dos incertidumbres y como un hecho de enorme trascendencia habrá que señalar que por primera vez en la historia de Euskadi, ETA no va a estar en el Parlamento Vasco bajo ninguna de sus siglas. Ha costado veintinueve años que el Estado de Derecho se blindara contra quienes se quieren servir de las instituciones democráticas para hacer apología del terrorismo. ETA ha acusado el golpe y de momento ha reaccionado atacando durante la campaña electoral varias sedes del PNV y del PSE. El último atentado, la pasada madrugada en la sede socialista de la localidad guipuzcoana de Lazkao. Sería deseable que tras esta no presencia de ETA en el próximo Parlamento Vasco, el Gobierno de Zapatero se decidiera de una vez por todas a echar a otra marca de los terroristas, ANV, de los Ayuntamientos vascos y navarros donde todavía está presente.

¿Será el socialista Patxi López el próximo inquilino del Palacio de Ajuria-Enea, o por el contrario seguirá en éste el nacionalista Ibarretxe? Después de casi treinta años gobernando el PNV en Euskadi parecería saludable un cambio político en esta Comunidad Autónoma. Para ello harían falta dos cosas: que el PSE fuera la primera fuerza política, algo que muy pocas encuestas le atribuyen, y que además tuviera la capacidad suficiente para pactar con otros partidos. Algunos plantean un gobierno de coalición PSE-PP, ciertamente extraño si se tiene en cuenta que son dos rivales directos en la escena política nacional, pero que tendría su sentido en una situación tan excepcional y extraordinaria como la vasca. La cuestión es que a Zapatero no le gusta nada ese tipo de acuerdo. El siempre preferirá para Euskadi un gobierno con los nacionalistas.

En Galicia, todo indica que el nivel de abstención puede ser determinante para que se dé un resultado u otro. El PP, siempre según las encuestas, estaría rozando la mayoría absoluta, imprescindible para poder gobernar, ya que si no la consigue, la reedición de la actual coalición PSG-BNG está asegurada. En clave de política nacional, el resultado de las elecciones gallegas será muy importante para el futuro político de un político de aquella tierra, el actual presidente del PP, Mariano Rajoy Brey. Si consigue gobernar en Galicia, su liderazgo, muy cuestionado desde que hace casi un año perdió las elecciones generales, tendría una tregua hasta las europeas de junio. Si pierde, no le auguro unos meses tranquilos al actual líder de la oposición.

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