MADRID, 28 (OTR/PRESS)
Los mercados siguen sin ver el suelo. Muchos se afanan en buscar semejanzas con otras crisis, pero es difícil. En este momento, los índices están en niveles de hace años. Los españoles, tras sufrir el peor principio de año en una década, se sitúan en niveles de seis años atrás; los norteamericanos, en lo visto en 2002 y el japonés, en mínimos de hace 25 años.
Ahora mismo nadie se atreve a hacer predicciones. Incluso algunos no descartan que podamos ver al IBEX por debajo de los 5.300 puntos que se registraron en la crisis de las «puntocom». Realmente la situación es desesperante y pocos analistas, por no decir ninguno, ve suelo, ni salida. Los mercados no responden a los planes millonarios de los gobiernos e incluso, se está poniendo en cuestión, dada la gravedad de la situación, que las bolsas puedan ya servir como termómetro que anticipa lo que puede pasar en seis meses.
El principal problema sigue siendo el sector financiero que no acaba de resolver sus problemas. En este punto quizás lo único que cabe ya esperar y sobre todo en España es que las entidades financieras aclaren de una vez públicamente la situación de sus balances para que todos sepamos de lo que estamos hablando. Hace unos días lo dijo Solbes, hay que adecuar los precios de los activos a la realidad si lo que se quiere es dinero público para intervenir, fusionar o recapitalizar entidades. El Banco de España debería estar ya dando órdenes en ese sentido.
El proceso, en general, puede durar meses, así que el panorama a corto plazo es cuasi dantesco. Basta recordar que el FMI ha dejado caer la posibilidad de que se produzca un nuevo tsunami bancario que pondría aún en solfa la posibilidad de una recuperación bursátil. No hay que perder de vista que en el caso de la bolsa española las caídas acumuladas en los últimos catorce meses son del 50 por ciento. CARMEN TOMAS
