José Luis Gómez – A vueltas con España – ((Sustituye a la anterior con nuevas cifras))


MADRID, 1 (OTR/PRESS)

De la mano de Alberto Núñez Feijóo, el Partido Popular, con 39 escaños (+2), vuelve al poder en Galicia, donde el Gobierno del socialista de Emilio Pérez Touriño fracasó en las elecciones de ayer. Entre tanto, los nacionalistas perdieron la mayoría absoluta en Euskadi. Los 30 diputados del PNV, uno más que en 2005, junto a los votos de Aralar (4), EA (1) y EB-B (1) no alcanzan para sumar los 38 diputados necesarios para la mayoría absoluta en la cámara vasca. Aunque políticamente está por verse, matemáticamente es posible que el candidato socialista a lehendakari, Patxi López, con 24 diputados, pueda relevar a Juan José Ibarretxe, contando con la suma de los 13 diputados del PP y el escaño de UPyD, que logra irrumpir en el Parlamento vasco.

En Galicia, ni el PSOE –24 escaños (-1)– ni el BNG –12 diputados (-1)– han podido resistir la fuerte recuperación de los populares en la práctica totalidad de las áreas urbanas, donde los mensajes sobre la crisis parecen haber causado mucho daño. En definitiva, Galicia no ha querido darle una segunda oportunidad al cambio que le había encomendado emprender al PSOE y al BNG, en 2005. Y para que no cupieran dudas, los gallegos hicieron historia con una participación de un 70%, la mayor de las observadas en unas elecciones autonómicas.

José Blanco pareció intuir la gravedad de la situación de su partido cuando reclamó a última hora la presencia de Rodríguez Zapatero, pero se ve que el remedio o no fue suficiente o llegó tarde. Ni la gestión ni la campaña del presidente Touriño -ya analizadas con detalle en este diario durante las últimas semanas- convencieron a los gallegos. Para colmo, el PSOE pierde el poder cayendo en escaños, en contraste con la vez anterior, en 1989, cuando Laxe le dio paso a Fraga. En aquel entonces, aunque el PP también tuvo mayoría absoluta, el PSOE había pasado al menos de 22 a 28 escaños, tope jamás alcanzado posteriormente.

También tendrá que analizar con calma lo sucedido el BNG, cuya primera experiencia en un gobierno de coalición en Galicia no se salda con éxito, en contraste con otras experiencias positivas en las grandes ciudades gallegas. Anxo Quintana, vicepresidente de Touriño, paga igualmente el precio del desgaste prematuro del bipartito. El alto nivel de participación no deja margen a excusas sobre la falta de compromiso de los votantes de izquierdas y nacionalistas.

Con su mayoría absoluta en el bolsillo, el protagonista de este 1-M es Alberto Núñez Feijóo y el Partido Popular, que también le da un poco de ánimo a su presidente, Mariano Rajoy, tocado por los escándalos del espionaje y de la corrupción investigada por el juez Baltasar Garzón; por cierto sin apenas repercusión en la campaña gallega.

José Luis Gómez

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