Rafael Torres – «Al margen» – Cuestión de trajes.


MADRID, 11 (OTR/PRESS)

Una vez que fui a Benidorm a dar una conferencia me sorprendió la ojeriza que le tenían, la gente del PP particularmente, a Francisco Camps. Quien les gustaba (a la gente del Partido Popular exclusivamente) era Eduardo Zaplana, de lo que se colegirá que ya hace algún tiempo de esto. Pero no tanto, no mucho, unos tres años, y supuse que en esos sentimientos tan disímiles del conservadurismo local hacia uno y otro pesaba la circunstancia de que al haber sido Zaplana alcalde de Benidorm en el pasado le estaban agradecidos por algo y que en la pugna que se había traído el hombre eternamente bronceado con el todavía presidente de la Generalidad Valenciana se hallaba la razón de aquél cierto desapego hacia su persona que creí percibir entre el elemento pepero local. Sin embargo, hoy creo haber averiguado los verdaderos motivos de la vieja rivalidad entre Camps y Zaplana: los trajes.

Si uno se fija, ambos son fanáticos de los ternos resultones. Ambos van siempre atildados, como un pincel, pero todo se lo deben, si se les examina a fondo, al traje. El traje, en éste caso, sí hace al monje, a los monjes. Sería difícil imaginar que hubieran podido triunfar en política, si es que triunfar es eso, sin esos trajes deslumbrantes, impecables, todo lo elegantes y glamurosos que puede llegar a ser lo hiperconvencional. Pedazos de trajes. Y comprensible pique, si lo hubiere, entre uno y otro, a cuenta de ellos. Si a uno le diera por ahí, y deseara transitar por la política, y hacerlo como lo han hecho, con tanto éxito de ese, éstos señores, les preguntaría dónde los compran.

TIENDAS

TODO DE TU TIENDA FAVORITA

Encuentra las mejores ofertas de tu tienda online favorita

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído