Luis del Val – Deudas históricas.


MADRID, 16 (OTR/PRESS)

Entendí algo a Manuel Toharia cuando, en un acto de amistosa caridad, me explicó la Teoría de la Relatividad, pero no entiendo nada de lo que se llama Deuda Histórica, y, además, nadie lo esclarece.

Ni se sabe cuál es el patrón-medida de la deuda, ni se conocen las fechas de partida, ni se advierte de los criterios establecidos, ni se confiesan los métodos. Parece que se trata de un arcano sólo al alcance de los iniciados, y lo único que somos capaces de averiguar es que la deuda histórica se saldará con nuestro dinero. Todas las autonomías se han apuntado, no a poner euros para abonar las deudas históricas de las otras autonomías hermanas, sino para presentar la factura de la misteriosa deuda histórica.

Hay fila. Los hay que la tienen más gorda que el vecino -eso siempre sucede- pero ignoramos la etiología por la que se ha llegado a acumular tanta deuda. Parece que ninguno de los gobiernos autonómicos que administraron las comunidades fueron culpables de haber generado la deuda. Es decir, que los gobiernos autonómicos siempre lo hacen bien, de la misma manera que los muertos siempre salen a hombros, con lo que se colige que los culpables fueron los desastrosos gobiernos centrales que actuaron de manera tan ladina que permitieron que se acumularan deudas históricas.

Esta conclusión ofende el más elemental razonamiento, porque si los gobiernos de Madrid se portaron con cicatería con alguna autonomía sería porque fueron generosos con otras. Y esas otras ¿también reclaman deuda histórica?. Propongo que España, como Estado, solicite el pago de una Deuda Histórica a la Unión Europea. Puede ser que no se admitan estupideces en la UE y no sea una buena idea. Pero, entonces ¿por qué se admite la estupidez a nivel regional?

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