MADRID, 18 (OTR/PRESS)
Avanzan las negociaciones de Patxi López con el PP para constituir gobierno en Euskadi, con el consiguiente desplazamiento del PNV del palacete de Ajuria Enea. Y, al mismo tiempo, se sigue apreciando la actitud inamistosa que el PNV mantiene en el Congreso hacia sus antiguos socios, el partido socialista. Este martes hubo una nueva ocasión, en el Congreso, para comprobar esos deseos del PNV de no hacer ningún favor a los socialistas gobernantes, incluso de favorecer alguna derrota en las votaciones parlamentarias.
En este pleno del Congreso, el PSOE rozó ese momento de sufrir la primera derrota parlamentaria de la legislatura, que pudiera ser anuncio de otras situaciones conflictivas, que pudieran aproximar alguna clase de moción de censura… El PSOE se enfrentó a esta situación tratando de dividir a la mayoría que, durante las negociaciones previas a la votación, se constituyó en torno al PP. Finalmente, fallaron, precisamente, por las ausencias en el Grupo Parlamentario Popular, entre ellas, la de Mariano Rajoy. Se votaban ayudas propuestas por el PP en ayuda del sector automovilístico, que los populares habían pactado con el resto de los grupos.
La mayor experiencia y habilidad de los diputados socialistas utilizando el reglamento del Congreso hicieron que la cuestión se prolongara y se votara punto por punto. En todo caso, fueron cruciales esas ausencias de diputados del PP, de Rajoy y cinco correligionarios más. Pero previamente, el PSOE se había visto en la necesidad de sumarse al bloque de votos partidarios para no sumar alguna otra derrota. Junto con la euforia del PP por estas estrategias, también tuvo una tarde de satisfacción el grupo de CiU, que vio aprobada alguna de sus iniciativas, como la reducción las cotizaciones de los autónomos, durante dos años y en un 50 por 100, para el primer trabajador al que hagan un contrato indefinido. En cuanto al PNV, apoyó al PP en su propósito de crear una comisión de investigación sobre la famosa cacería del ex ministro Bermejo y el juez Garzón.
En definitiva, y según relatan los cronistas parlamentarios, fue una tarde de muchos nervios y expresiva de los nuevos tiempos que puede tener ante sí la insuficiente mayoría socialista en el Congreso, una vez que le falle el apoyo del PNV. Pero, definitivamente, en esta ocasión la derrota socialista no llegó a producirse por la ausencia de los contrarios del PP, particularmente de su líder Rajoy, situación que suscitaba comentarios hostiles hacia su propio dirigente desde las filas del propio PP.
Pero, en todo caso, quedó de manifiesto la posibilidad de que la oposición, tal vez reunida en su deseo de derrotar al PSOE, imponga cada vez más a menudo su agenda de medidas al Gobierno. De esta manera, los grupos minoritarios exigen al Gobierno que busque nuevos socios estables, mientras el grupo de CiU en el Congreso acababa ayer con las dudas y rumores de los últimos días que apuntaban la posibilidad de que los nacionalistas catalanes podrían endurecer su posición y constituir, con el PP y el PNV, una pinza parlamentaria contra el PSOE-Gobierno.
El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, ha explicado las actuales circunstancias por las que atraviesa su grupo parlamentario en la Cámara y trata de quitar dramatismo a la situación: «Hay que manejar los mimbres que se tienen. Es posible que ahora haya un repunte de inestabilidad», admite. Pero confía en que «el PP no tenga capacidad para hacer un frete anti Gobierno. No tiene capacidad para ponernos a todo el mundo en frente». «El PP está tratando, evidentemente, de capitalizar la crisis económica». No pierde la ocasión para arremeter contra la política que ejecuta el PP: «está abstenido de cualquier propuesta para hacer frente a la crisis, ensimismado en sus problemas internos, con todos los líos de los espías y las corrupciones».
