José Cavero – Rajoy vaticina elecciones anticipadas


MADRID, 19 (OTR/PRESS)

No hay duda de que las elecciones del primero de marzo han elevado la euforia del PP, pese a los problemas internos por los que atraviesan, en particular el Caso Correa o Gürtel, y las revelaciones sobre presuntas implicaciones de altos cargos del partido con la trama a la que se encargó la preparación de centenares de eventos del partido, o las denuncias de espionaje entre relevantes personalidades del PP de Madrid. Mariano Rajoy ha sido capaz de afrontar esa situación y de pretender dar la vuelta a una situación, en principio, poco favorable. De ahí que, con la recuperación del gobierno gallego, tras cuatro años de gobierno de socialistas y Bloque, insista, sobre todo, en el otro punto crítico del PSOE gobernante, la crisis y sus efectos. Sabe, además, que tal vez no tenga ya demasiado tiempo por delante, y que tiene que explotar esta situación antes de que la crisis empiece a remitir, algo que en los últimos días han coincidido en apreciar el gobernador del Banco Central Europeo, Trichet, el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Ben Bernanke, el comisario comunitario Joaquín Almunia, y la banquera Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto, los primeros en observar unos primeras indicios de que pudiéramos estar ya a punto de iniciar una nueva etapa en la economía internacional.

Desde el primer momento, y sin ceder un ápice, el PP y sus estrategas han decidido que la crisis es cosa de Zapatero y a él se deben todos sus estragos, particularmente la lacerante cifra de los parados españoles, no superada por ninguna otra nación europea. En los discursos de los dirigentes del PP no hay una sola mención a la crisis internacional ni a sus orígenes. Todo es consecuencia de la política nefasta de Zapatero. Y, del mismo modo, desde el PSOE y el gobierno, se insiste en que el PP no pone nada de su parte para ayudar a superar este bache económico, sólo felices de que signifique erosión y desgaste del gobierno.

Sobre esos planteamientos, el PP aprieta todo lo que está en su mano, para convencer, se supone, a sus militantes, y si fuera posible a la opinión pública. Los discursos de Rajoy, Cospedal y Sáenz de Santamaría, en particular, vienen insistiendo en que la situación es crítica, es terrorífica, y no tiene otro remedio que el relevo en el Gobierno. Rajoy ya ha sido más preciso, en su más reciente intervención en el Congreso, al señalar que antes de medio año las cosas habrán llegado a tal punto que el país mismo no lo soportará, y reclamará un Gobierno distinto. «Así no aguanta usted ni medio año».

Es lo que interpreta algún diario próximo al PP en el día de este jueves: que Rajoy vaticina ya elecciones anticipadas antes de seis meses. Al PP se añaden otros críticos de distintos partidos, como determinados grupos catalanes que siguen reclamando que el PSOE y Zapatero cumpla sus compromisos económicos con la siempre pospuesta cuestión de la financiación autonómica. La intervención del representante de ERC en el Congreso fue especialmente reseñable a este respecto: Ya no se le fía, señor presidente, vino a resumir…

De manera que no es improbable que tengamos por delante medio año crispado, tiempo en el que el PP seguirá forzando la situación en la medida de sus posibilidades, con la vista puesta en tres factores: las corrupciones internas y cómo afrontarlas, la crisis económica y las elecciones al Parlamento Europeo. Y, además, es una cuestión de aguante, o de desparpajo…

José Cavero

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