MADRID, 27 (OTR/PRESS)
Es una buena noticia el principio de acuerdo entre los socialistas y los populares vascos para hacer posible el cambio en Euskadi. Por lo pronto han anunciado que el próximo presidente, o presidenta, de la Cámara vasca pertenecerá al Partido Popular, algo inimaginable hasta ahora.
Tengo para mí que el cambio que se puede originar en el País Vasco será un paso importante para la normalización democrática de ésta sufrida Comunidad Autónoma. A mi juicio, que un partido gobierne durante una generación, como ha sido el caso del PNV, termina provocando un régimen y sobre todo haciendo que los gobernantes no conciban la posibilidad de no ser ellos quienes gobiernen, como vemos que les está sucedido a los peneuvistas.
El País Vasco necesita que el cambio llegue a todos sus estructuras institucionales, que se visualice que hay otra manera de hacer las cosas, de ejercer el poder, que hay proyectos que sin ser específicamente nacionalistas, como es el del PSE, tienen vocación de integración, de construir una Comunidad en la que quepan todos. Ese es el principal reto de Patxi López y para esa tarea necesita a los mejores en su gobierno.
Ya digo que me parece una buena noticia ese principio de acuerdo entre el PSE y el PP para la composición de la Mesa de la Cámara vasca y, por lo que dicen los negociadores de ambos partidos, están muy cerca del acuerdo político que permita a López gobernar con cierta estabilidad toda la legislatura vasca. Ojalá sea así, porque de ese cambio ganarán en primer lugar los ciudadanos vascos e incluso el PNV, partido centenario que necesita después de tres décadas de gobierno, mirar la realidad desde la oposición. Les vendrá bien a ellos y, ya digo, que le vendrá sobre todo bien a sus conciudadanos.
