José Cavero (2) – La remodelación y sus dimensiones


MADRID, 6 (OTR/PRESS)

Algo de reto y de «a ver quién acierta» tenía la declaración con la que Zapatero acogió las preguntas que le hacían los periodistas enviados especiales a Estambul sobre una eventual remodelación del Gobierno. Es evidente que a ningún jefe del Gobierno le gusta que «le hagan» la crisis, y que prefería sorprender en la fecha y en la composición del equipo que modifique. Pero, de momento, lo sorprendente es que la rumorología se ciña y limite a tan sólo media docena de cambios totales: dos entradas nuevas, dos ceses, y un par de cambios internos en el gabinete. La sorpresa puede venir en el contenido total, o en lo que no está previsto, naturalmente, o no ha alcanzado a ser conocido en «el mercado del rumor»…

De momento, se da por hecha una importante incorporación de «dos hombres fuertes» del partido socialista, su presidente, Manuel Chaves, y su vicesecretario José Blanco. Pudiera ser demostrativo de la viva preocupación que existe en el seno del partido socialista gobernante ante las más recientes encuestas de opinión, que creen adivinar un probable triunfo del PP en las elecciones europeas de junio, y que señalan que, si ahora mismo se produjera una nueva cita con las urnas, el PP volvería a imponerse, como ya lo hizo en Galicia el primero de marzo. Chaves y Blanco, dos pesos pesados del PSOE, vendrían a reforzar, por consiguiente, un equipo que se ve muy debilitado e impreciso.

Luego, los dos ceses, de Pedro Solbes y de Magdalena Alvarez, vendrían a ser reflejo evidente de lo que la opinión pública ha venido reclamando desde hace ya meses: el vicepresidente económico está fatigado y deseosos de ser relevado. Y la titular de Fomento no termina de mejorar una imagen que reiteradamente ha reclamado un relevo, sobre todo por parte de la opinión catalana, que no termina de perdonarle su retraso y problemas en el AVE a Barcelona.

Para relevar a Solbes se ha proporcionado un nombre sorprendente, con el que no se contaba en medios económicos y profesionales: el de Elena Salgado. Elena está muy bien considerada como persona discreta y seguramente eficaz, pero jamás ha aparecido entre eventuales sustitutos o sucesores del vicepresidente económico.

Para la sucesión de Magdalena Alvarez se menciona a José Blanco. El mismo, en alguna oportunidad, señaló que sería el cargo en el que llegaría a disfrutar: el ministerio de la inversión pública en tiempos de crisis… Pero muchos no perdonarán a Blanco su condición de látigo implacable y permanente de los populares. A Chaves se le otorga una tercera vicepresidencia, la de cuestiones autonómicas, y la tarea mucho más concreta de terminar la negociación de la financiación autonómica, pendiente desde hace muchos meses, y particularmente problemática en Cataluña.

En los últimos meses, y desde las elecciones últimas, Galicia se ha añadido a este problema del reparto de los fondos con los que podrán contar las Comunidades Autónomas y los criterios de su distribución, añadiendo su propia y particular visión, discrepante con la que había mantenido el ministerio de Hacienda… El PSOE tiene urgente necesidad de tomar la iniciativa y de vencer en las siguientes elecciones. También es urgente que empiece a encauzar la solución a la crisis económica, y no podría hacerlo con un vicepresidente fatigado o siquiera insuficientemente animoso. Luego podrían llegar los flecos y complementos de una remodelación que no tendría por qué dejar sin tocar a otros elementos escasamente útiles: Cultura o Educación, por ejemplo…

José Cavero

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