MADRID, 24 (OTR/PRESS)
Nadie duda de que Antoni Castells, consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat, es hombre clave en la complicada asignatura de la financiación autonómica catalana. Cuando Castells ha dicho que «no es eso, no es eso», era evidente que había complicaciones a la vista y que siempre ha sido interlocutor muy destacado, y hasta decisivo, en las negociaciones del Gobierno central con el Gobierno catalán.
Ahora, de entrada, Castells admitió y reconoció que Elena Salgado es el interlocutor adecuado en esta materia y no Chaves, el otro vicepresidente que también pasó recientemente por Barcelona y habló de la misma materia con el president Montilla. La que cuenta es Elena Salgado, vicepresidenta económica, y, por ello, presidenta del Consejo de Política Económica y Fiscal, que deberá ser la institución en que se discuta y elabore finalmente la fórmula de la financiación, el sudoku que dejó sin terminar de resolver el ministro Solbes.
Pues bien, Elena Salgado y Antoni Castells se reunieron ayer y desbloquearon el vidrioso asunto de la financiación autonómica. Al término de las dos horas de conversación, se insiste en que mayo debiera ser el mes del gran acuerdo final, eso sí, en el caso de que se lograra la unanimidad de las 15 comunidades autónomas afectadas. Es decir, puede que haya «bilateralidad en las negociaciones» -bilateralidad para todos, según ha venido explicando Chaves- pero el debate último y las deliberaciones finales deberán ser de todos los consejeros autonómicos de Finanzas. Y, sobre todo, el acuerdo último que debiera lograrse.
Se insiste en la cifra de 8.000 millones, que a Chaves le parece insuficiente. Salgado, por el contrario, sostiene que el dinero que se ha puesto sobre la mesa tiene que ser suficiente para cubrir las necesidades de las CC.AA. y de los servicios que prestan. Otra cosa parece evidente, que el Gobierno central viene dando seguridades a Cataluña de que tendrá un trato conveniente, sin las rebajas a la solidaridad regional de otros tiempos. La reivindicación catalana pasa precisamente por ahí, que las comunidades que más recursos aportan, reciban más que la media.
Ahora, se trata de seguir y concluir una negociación de forma inmediata, rápida e intensa, para lo cual se producirán encuentros secretos entre las dos partes, Salgado y Castells, como procedimiento para avanzar de manera definitiva. Una vez que se alcancen esos acuerdos, con Cataluña y con las restantes comunidades, se procederá a reunir al Consejo de Política Fiscal y Financiera. Lo cual significará, con toda probabilidad, reiniciar las conversaciones con prácticamente todas las CC.AA.
Es decir, se ha producido un avance sustancial, pero sigue sin haberse logrado el acuerdo final. Y esta vez se llega sin la crispación de ocasiones anteriores, una vez establecidas las normas de funcionamiento: negociación con cada una de las comunidades hasta alcanzar el acuerdo de todas ellas. Todo apunta a que se va a emplear una metodología centrada en fijar el sistema y el resultado final en euros se ajustará políticamente para que nadie salga perdiendo…
