MADRID, 30 (OTR/PRESS)
El jefe del Gobierno tuvo oportunidad este miércoles de intervenir ante la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, en Estrasburgo, y referirse a algunos acontecimientos próximos: la celebración del primero de mayo de hoy, o la presidencia española del primer semestre del año que viene. Pero, sobre todo, se refirió a la crisis y las soluciones para afrontarla y dejarla atrás.
Zapatero abogó por fortalecer el poder económico de la UE, apoyó la continuidad de Barroso y Almunia en la Comisión Europea, dijo sentirse muy cerca de las manifestaciones del primero de mayo, vino a ofrecerse a los trabajadores de la UE como líder e la Europa social, cooperando a labrar su imagen de líder de la izquierda europea, dijo que probablemente lo peor de la crisis ya ha pasado, pero admite que el primer trimestre ha sido muy negativo para la economía española, y que para salir de la crisis aún queda un camino difícil y duro, acusó a Bruselas de alarmar a los pensionistas y negó una futura crisis del sistema de pensiones, fijó el eje mediterráneo como prioridad de su presidencia de la UE…
Todo un mitin, como puede apreciarse, con unos cuantos mensajes, que coincidían con la publicación de los más recientes datos proporcionados por el Banco de España sobre el Producto Interior Bruto: se calcula que el PIB retrocedió en el primer trimestre un 1,8 por 100, la mayor caída desde 1960, y el 2,9 por 100 en un año. El Banco de España constata un agravamiento de la tasa de consumo familiar y de la inversión, confirma el empeoramiento de la recesión y advierte que no queda, o está a punto de agotarse, el margen fiscal, aunque detecta que las restricciones al crédito empiezan a suavizarse y sospecha que habrá más IPC negativos en los próximos meses, aunque sigue descartando la deflación. Y esa recesión pura y durísima, se ve agravada por la recesión…
Y así las cosas, y en ese marco general de datos muy negros, hay dos diarios que apuntan la crisis en una nueva visión: El Mundo y El Economista aseguran que el debate del estado de la Nación será la ocasión propicia para que Gobierno y oposición lleguen a acuerdos. En ese debate, «se atisba, por primera vez, una tibia intención del Ejecutivo de llegar a acuerdos con el resto de partidos del arco parlamentario para afrontar la grave crisis económica que sufre España», dice El Mundo, y que el jefe del Gobierno, según las referidas fuentes informativas, se planteará nuevas medidas para luchar contra la destrucción de empleo.
Es coincidente la información de El Economista: el Gobierno espera que el debate sobre el estado de la Nación pueda ofrecer a los representantes democráticos la ocasión adecuada para, ante todo, discutir en profundidad, y en si caso, llegar a acuerdos sobre las respuestas a la grave crisis económica que padecemos y también sobre las demás actuaciones y compromisos adquiridos en un programa de investidura», según el texto gubernamental que se invoca, y que vendría a significar la oferta de una especie de pacto de Estado al resto de los grupos parlamentarios en torno a medidas y criterios para superar la crisis económica.
La idea, sin embargo, dicen estas fuentes, no está completamente elaborada, aunque sí existe ya un esquema de actuaciones que podrían interpretarse como oferta de un acuerdo al conjunto de la Cámara con distintas actuaciones, todas de trascendencia económica. Qué duda cabe, es la novedad de la jornada…
