MADRID, 5 (OTR/PRESS)
El paro ha descendido ligeramente, pero ha descendido, y eso en sí es una buena noticia. Sí, ya sé que la cifra puede resultar engañosa, que esos casi cuarenta mil empleos que se han creado se deben a las contrataciones para las vacaciones de Semana Santa y al plan de financiación del Gobierno a los ayuntamientos para generar empleo. Pero aunque sea poco y circunstancial algo es y ese algo es mejor que nada.
La pena es que la noticia de ese repunte del empleo viene acompañada por otras noticias malas como las previsiones que se hacen desde la Unión Europea para España en que nos auguran que tardaremos más que el resto de los países en superar la crisis y que, además, se continuará destruyendo empleo. Y todo eso nos lo dicen desde la UE al tiempo que auguran que los países punteros de Europa poco a poco van a ir superando la crisis, pero ese poco a poco será más rápido que lo que suceda en España.
La verdad es que las cosas de la economía no van bien y que nuestro Gobierno no termina de ser capaz de generar confianza por más declaraciones optimistas que haga nuestro presidente. Bien es verdad que las declaraciones catastrofistas que hacen Rajoy y los suyos tampoco son la solución. Es más, hay ocasiones en que parece que algunos líderes del PP, y no digamos sus palmeros en los medios de comunicación, se regocijan de que las cosas vayan mal, como si el hecho de poder decir eso de «ya lo decíamos nosotros…, esto se veía venir…» les diera un plus político.
Yo lo que creo es que en tiempos de crisis hay dos cosas que los ciudadanos no queremos, una son los pájaros de mal agüero y otra los optimistas profesionales, y mire usted por donde en esos extremos se sitúan en ocasiones nuestro presidente y el principal líder de la oposición, olvidándose el uno y el otro que detrás de las cifras del paro hay miles de seres humanos angustiados.
Pero volviendo a ese reapunte en la creación de empleo, no es que yo quiera ver el vaso medio lleno, es que me alegro de que hay al menos cuarenta mil personas que hayan podido sentir el alivio de tener un empleo aunque sea circunstancial. En todo caso, es evidente que no cabe engañarse y que las previsiones de la Unión Europea y de los principales organismos internacionales no dejan lugar a dudas: a España le va a costar más que al resto de Europa salir de la crisis, y es mejor saberlo que engañarse, aunque eso sí, sin resignarse.
