Fermín Bocos – Entre ministras.


MADRID, 27 (OTR/PRESS)

La vida está llena de ironías. Cuando el Gobierno esperaba -y Salgado anunciaba- «brotes verdes» en la actividad económica, resulta que lo que tenemos son brotes, sí, pero de gripe «A» mejicana.

Mientras fueron casos aislados y civiles los afectados, la línea informativa del Gobierno funcionó correctamente. La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, dio explicaciones y tranquilizó al personal acerca del alcance del contagio. Eran pocos casos, estaban controlados y supimos que había una reserva de 10 millones de vacunas. Eso fue la primera semana. Después, las cosas se complicaron. Sanidad se enteró por un diputado del PP de que en un cuartel de los alrededores de Madrid había soldados afectados por este tipo de gripe. Defensa -Carmen Chacón- no se lo había contado o ni ella misma estaba al tanto del brote. En los primeros momentos el asunto mutó en alarma entre la opinión pública al trascender que el cuartel afectado había permitido la visita de los alumnos de un colegio de Hoyo de Manzanares. El caso tenía todos los números para convertirse en escandalera política.

Y en ella estamos porque Chacón insiste en que Defensa ha cumplido con todos los protocolos que establece la OMS, mientras que en la calle crece la idea de que han intentado ocultar el asunto o cuando menos retrasar la noticia ante el público. La ministra de Defensa le ha hecho un siete a su compañera de Sanidad. «Entre lo de la píldora y lo de la gripe, ¡Estamos buenas¡» -comentaba con resignación, Trinidad Jiménez. Sorprende que la señora Chacón tan pendiente, siempre, de su imagen y del efecto que provocan sus hechos y palabras haya metido la pata en este asunto olvidando un principio fundamental, olvidando que la transparencia de los asuntos públicos es la garantía de la democracia.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído