José Luis Gómez – A vueltas con España – Conferencia de Presidentes


MADRID, 30 (OTR/PRESS)

El presidente Zapatero tuvo el acierto de poner en marcha la Conferencia de Presidentes, concebida como el órgano de máximo nivel político de cooperación entre el Estado y autonomías, de manera que sobre el papel ocupa la cúspide del conjunto de órganos de cooperación multilateral. Está formada por el Presidente del Gobierno, que la preside, y por los presidentes de las diecisiete autonomías y de las ciudades de Ceuta y Melilla. Nada muy distinto de lo que sucede en otros Estados descentralizados o de carácter plurinacional, como Alemania, Austria, Suiza o Canadá.

ZP hizo el primer anuncio de la Conferencia de Presidentes en el debate de su investidura, en la primavera de 2004. Dicho y hecho, porque fue constituida el 28 de octubre de aquel año. La segunda conferencia tampoco se hizo de rogar y se celebró el 10 de septiembre de 2005, es decir, menos de un año después, mientras que para la tercera ya hubo que esperar algo más de un año, pues tuvo lugar el 11 de enero de 2007. Por alguna razón no explicada, desde entonces no ha habido más conferencias de presidentes; solo un anuncio de convocatoria, por ahora no formalizada, a cargo del vicepresidente Manuel Chaves el pasado 21 de abril, con el propósito de centrar la Conferencia de Presidentes en la crisis económica y, sobre todo, para ver de qué forma las comunidades pueden aportar fondos para la creación de empleo.

Es lo menos que se espera del Gobierno en un contexto de crisis como el que sufre España pero Zapatero no acaba de decidirse, mientras arrastra la pesada losa de no tener cerrada la financiación autonómica. Es más, los retos de las conferencias anteriores siguen sobre la mesa, ya que no pueden darse por resueltos objetivos como la participación de las autonomías en los asuntos comunitarios europeos o la financiación de la asistencia sanitaria, los grandes temas de las dos primeras conferencias, ni tampoco los planes de I+D+i o los problemas del agua y la inmigración, abordados en la tercera conferencia, donde por cierto se planteó un reglamento de la Conferencia de Presidentes del que nada se supo.

En realidad, Zapatero no ha dado más que bandazos ante la que será la IV Conferencia de Presidentes, que ahora se condiciona a la aprobación de la nueva Ley de Economía Sostenible y también se supedita a la presencia de empresarios y sindicatos. Tiene toda su lógica que esta nueva conferencia sea sobre la crisis, pero no por ello hay que olvidar los puntos pendientes de las anteriores ni tampoco que, en principio, se dijo que iba a analizarse el cambio climático para cambiar después la agenda e incorporar la violencia de género. Es decir, ZP no ha sabido marcar los asuntos centrales ni ha cumplido los calendarios que deberían ser normales, tratándose, como él mismo dice, del órgano de máximo nivel político de cooperación que tienen el Gobierno y las autonomías.

JOSE LUIS GOMEZ

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