Cayetano González – La irresponsabilidad de Blanco.


MADRID, 4 (OTR/PRESS)

En política, como en cualquier otro orden de la vida, no vale todo. El que un miembro del Gobierno, en este caso el ministro de Fomento, José Blanco, haya desvelado públicamente el número de escoltas, 51, que se encargan de la seguridad del ex presidente Aznar es de una irresponsabilidad tal que en cualquier país normal habría sido cesado fulminantemente por quien le nombró. Pero ya se sabe que España es diferente hasta en esto y que, por supuesto, ni Blanco va a ser cesado ni mucho menos Zapatero le va a desautorizar.

Blanco tiene que ser consciente que al haber revelado el número exacto de personas que se dedican a proteger a Aznar ha dado una pista impagable a los terroristas. Porque estos, que son terroristas pero no tontos, ya habrán hecho las pertinentes cuentas de cuantos escoltas lleva habitualmente el ex presidente del Gobierno, teniendo en cuenta los turnos horarios, días de libranza y vacaciones. Y habrá que recordar que Aznar fue objeto de un atentado terrorista por parte de ETA en abril de 1995 que estuvo a punto de acabar con su vida y tampoco se necesita ser un experto en temas terroristas para imaginar que tanto la propia banda ETA como otros grupos terroristas de origen islamista le seguirán teniendo muchas ganas, por diferentes motivos, al ex presidente del Gobierno.

Si como certeramente ha recordado el Ministerio del Interior en un comunicado a raíz de la barbaridad cometida por Blanco, la responsabilidad de la seguridad de los presidentes y ex presidentes del Gobierno es de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado bajo la dirección del Gobierno, habría que preguntarse cómo es posible que un miembro de este cometa la imprudencia y tenga la desfachatez de ser el que desvele el número exacto de efectivos que protegen a Aznar. Y también habría que preguntarse y exigir una respuesta inmediata por parte del Gobierno, sobre quién o quiénes han proporcionado al ministro de Fomento esa información para depurar asimismo las responsabilidades oportunas. Y la fuente de información sólo puede provenir o bien de Presidencia de Gobierno -que es a quien corresponde la seguridad de los ex presidentes- o del Ministerio del Interior, que se supone tiene que estar al tanto de los dispositivos de seguridad de personalidades como Aznar.

En cualquier caso, un país serio no puede permitirse debatir en público las cuestiones de seguridad. Y lo de Blanco, se mire por donde se mire, es impresentable y exigiría su dimisión inmediata. No es excusa que lo hiciera en el contexto de responder a las críticas del PP por el uso del avión Falcon por parte del presidente Zapatero para desplazarse a mítines del PSOE. No se pueden mezclar churras con merinas. Aquí nadie ha puesto en cuestión ni ha criticado la seguridad del actual presidente. Lo único que se pide es que no se utilicen medios públicos para actos de partido. Eso lo entiende hasta el más tonto de la clase. Todos, menos Blanco.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído