Fermín Bocos – La novia perversa.


MADRID, 9 (OTR/PRESS)

Además de votos, las urnas suelen contener sorpresas. Las del 7-J han dejado a Zapatero con cara de susto y a Rajoy con ganas de un poco más. El PP ha ganado y quiere convertir los resultados del domingo en la Covadonga desde la que iniciar la Reconquista de La Moncloa pero, con tres años por delante, la travesía, además de larga, promete ser incierta. Incierta porque ni el PP tiene fuerza parlamentaria propia para plantarle a Zapatero una moción de censura ni el PSOE dispone de socios políticos para respaldar la cuestión de confianza.

Uno y otro están a falta de pareja parlamentaria. A falta de Convergencia y Unión, la novia perversa (Durán Lleida) que incita a Rajoy a presentar un moción de censura advirtiendo que si lo hace no podrá contar con su apoyo aunque, eso sí, deslizando en el oído del político gallego la melodía que más le gusta; la música cuya letra dice que los catalanistas no se fían de ZP y no le apoyarían sí se pidiera la confianza de la Cámara.

Con esto de la hipotética moción de censura, en el PP están como los troyanos ante el Caballo de Madera: la mayoría, llevados de la euforia que apareja la victoria, lo consideran un trofeo de guerra y quieren meterlo en la ciudad. Pero Rajoy sabe que es un trampa. Una trampa tendida por quien sabe que su grupo tiene la llave de la gobernación del Congreso durante lo que queda de legislatura.

Duran -él sabrá por qué- ha decidido hablar como sólo lo haría una novia perversa. Mi pronóstico es que no habría ni moción de censura, ni cuestión de confianza. Entonces, se preguntará el lector, ¿qué hará ZP? Nada especial, ir tirando. Ganar tiempo esperando a que escampe la crisis antes de mayo del 2011 que es cuando tocan las generales. Seguirá, pues, la crispación.

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