MADRID, 13 (OTR/PRESS)
Transcurridas las elecciones europeas, y ante la necesidad de ajustar las cuentas del Estado, el Gobierno repasó este viernes el estado de cosas y la necesidad de empezar a pensar en los techos de déficit a los que obliga la Comisión Europea, saltados este año y el que viene, y que ya el comisario Almunia ha recomendado empezar a recuperar. Se hace preciso regresar al déficit máximo permitido en la UE del tres por ciento del PIB de cada Estado, acordado en el Pacto de Estabilidad, y que quedó marginado y en desuso por culpa de la crisis de 2009 y 2010, o incluso se deberá aspirar al superávit en las cuentas públicas, como se venía produciendo en los años anteriores a la crisis en las cuentas del Estado español…
El Gobierno estima que este año se registrará un déficit del 7,9 por 100 en las cuentas del Estado, es decir, más del doble de lo permitido por las normas comunitarias. Para ello, para empezar a rebajar esos niveles de endeudamiento, los Estados, que se han visto en la necesidad de endeudarse para tratar de relanzar la obra pública y crear empleo, se verán en adelante en la necesidad de elevar algunos impuestos en los que confían para poder remediar la insuficiente recaudación de los dos últimos años originada por el descenso de la actividad económica.
El IVA, o el impuesto sobre Sociedades, son dos demostraciones de la caída que se ha venido produciendo en los ingresos del Estado. De ahí que el consejo de ministros de este viernes haya decidido elevar las cargas del tabaco y de las gasolinas, con la advertencia paralela de que no tendrá más remedio que recurrir a otros incrementos de la fiscalidad para afrontar el déficit generado por la crisis. De manera que, frente a quienes venían reclamando reducción de determinados impuestos, el Gobierno adopta las medidas contrarias, subir algunas cargas impositivas, para recaudar más y hacerlo cuanto antes.
Se estima que las elevaciones en el precio de las gasolinas y el tabaco supondrán un ingreso de 2.300 millones más al Tesoro Público. Pocas sorpresas por estas dos elevaciones, y expectación ante las que podrían producirse en los meses venideros: el IVA, tal vez… En concreto, y de momento, la cajetilla de tabaco pasará a costar 19 céntimos más, y las gasolinas y gasóleo suben 2,9 céntimos el litro. Pero todo indica que las elevaciones de impuestos no han hecho más que comenzar, en ese firme propósito de regresar a la senda del superávit en las cuentas del Estado.
Por lo demás, en este regreso a las cuentas realistas de la situación económica, tras la debacle del año anterior, y cuando se tratan de ver algunos «brotes verdes» de reactivación y de mejora en algunas actividades y sectores, el Gobierno ha tratado de resultar extraordinariamente fiel a las cifras de las que dispone y a unas previsiones que están muy lejos de resultar optimistas: se estima que la salida de la crisis no se producirá antes de 2011, y se calcula, por tanto, que el incremento del número de parados continuará en los meses siguientes, aunque la vicepresidenta Salgado insiste en que no se llegará a la cifra «tremenda» de los cinco millones.
De manera que mal podrá decirse que lo peor de la crisis ha pasado ya. Le quedan unos cuantos malos tragos, pero ahora estarán acompañados de más elevados impuestos…
JOSE CAVERO
