MADRID, 16 (OTR/PRESS)
Tita Cervera tenía una «cita con Obama» y la cumplió. Se hizo esperar pero se presentó, tarde pero llegó, ella se puede permitir el lujo de ser impuntual porque para eso es baronesa y sus declaraciones se cotizan muy bien en los medios. El encuentro tuvo lugar en el Museo de Cera de Madrid donde se presentó la Réplica casi perfecta del Presidente de Estados Unidos, y como ustedes pueden deducir «la cita» era con la figura de cera y no con el Obama de «carne y hueso», ¡que más hubiésemos querido todos!.
Tita saludó, posó con la escultura del Presidente y mostró la mejor de sus sonrisas ante las preguntas que le formulamos los periodistas allí presentes. La revista «¡Hola!» publica los cinco capítulos que resumen sus memorias, de momento nos quedan tres entregas, pero el grueso gordo, es decir, el libro en el que se cuentan más detalles de su vida verá la luz al año que viene. Estos son solo un aperitivo que ceba lo que vendrá después, esperemos que nos desvele algo nuevo, porque sobre los avatares de la baronesa se ha dicho prácticamente todo.
Es de esperar que especial atención le preste también a los desencuentros que ha mantenido con su «fornido» hijo y con su «fashion nuera». Aunque según nos contó, las rencillas con Borja se van cerrando. Tita ha conseguido que el niño se ponga a trabajar, el próximo otoño lo hará mano a mano con su madre llevando las riendas del Museo Thyssen, una verdadera joya de nuestro patrimonio artístico, (por cierto, que la Baronesa recomendó, y con razón, la exposición de Matisse, el museo expone las 74 pinturas, dibujos y esculturas más importantes del prolífico artista).
A lo que Tita no está dispuesta a renunciar ni por «amor al arte» es a enamorarse de nuevo; «la puerta está abierta para el amor». A la pregunta de si le atraería un hombre prototipo Obama ella responde risueña; «quien sabe, en la vida todo puede ser, ¿por qué no?». Lo que tiene clarísimo es que no volvería a casarse. Nos repite que los dos hombres de su vida fueron Lex Barker (el eterno Tarzán), y el Baron Thyssen, al resto de hombres le quita importancia, aunque en realidad también tuvieron su protagonismo en la vida de la Baronesa. Sus gemelas cumplirán tres años el próximo seis de julio y planea un verano tranquilo en el que piensa pasear, navegar y darse muchos baños de sol en compañía de sus hijas.
La escultura de cera de Barack Obama sorprende porque parece real, tiene la mano extendida en señal de saludo y muestra una sonrisa que muchos la quisieran. Me contaba Silvia Tortosa que al Presidente le han hecho photosop pero que la réplica está muy conseguida. «Soy pro Obama, me encanta este hombre y si es tan buen Presidente como buen actor las cosas irán bien. Es un señor con carisma que sabe donde y como tiene que mirar, sus discursos están milimétricamente medidos para no caer en la repetición del mensaje», Tortosa reconoció sentirse muy atraída por la política americana; «si ellos lo hacen bien a nosotros nos irá estupendamente» y razón no le falta a la actriz. Por cierto que últimamente su novio Carlos Casanovas no la deja ni a sol ni a sombra, se ha convertido en su imán.
Juncal Rivero con un look muy yankee compuesto por sombrero y chaleco de flecos, Elena Tablada a lo chica «yeye» , Marilí Col primaveral a más no poder, Paquita Torres muy sonriente, Lita Trujillo, Don Leandro de Borbón y María Rosa no quisieron perderse el homenaje al Presidente de Estados Unidos.
Acto seguido, en el Teatro Reina Victoria, Enrique Cornejo y Lina Morgan le hacían entrega de la «Butaca de Plata» a Luis María Ansón. Esta es una iniciativa del empresario teatral que premia anualmente a aquellas personas que con su labor artística, política o literaria han apoyado de alguna manera al teatro.
Luis María expresó su agradecimiento a Enrique Cornejo a quien le une una sólida amistad que se remonta a muchos años atrás. El galardón lo pondrá en un lugar visible que le recuerde su amor al teatro, no creo que lo ponga encima del televisor, más bien en una vitrina donde a buen seguro conserva los premios que ha recibido a lo largo de toda su trayectoria.
Esta vez Carla Duval era una de las más esperadas, la pintora se acaba de separar de su marido Santiago Paredes con quien llevaba doce años, no quiso decir ni «mu», me huele que en breve nos toparemos con una exclusiva en la que leeremos con todo lujo de detalles los motivos de su ruptura, en fin en tiempos de crisis «la que no corre vuela».Y la que corre, vuela y es simplemente encantadora es Lidia San José, la joven actriz ha comenzado ya los ensayos con Pedro Ruiz, «Escándalo en Palacio»; «me tocará ensayar de noche, los horarios son duros, pero estoy muy ilusionada y contenta» me cuenta con una gran sonrisa esta madrileña de altura.
