José Cavero – Los presos de Guantánamo.


MADRID, 22 (OTR/PRESS)

Desde el primer momento en el que el presidente Obama pidió ayuda a otros países para ayudar a resolver «su» problema de Guantánamo, el Gobierno español se ofreció a colaborar y quiso que algunos de esos presos tuvieran residencia en España. Después se produjo la reunión entre dirigentes norteamericanos y de la UE para acordar esas entregas de presos y, finalmente, se han iniciado consultas para concretar quiénes serían los designados y cuándo llegarían a nuestro país. Ahora, nos aseguran que el Gobierno observa problemas concretos para la acogida de uno de esos cuatro o cinco presos del campo cubano que se inventó Bush para dar «cobijo» a los presos detenidos en Afganistán tras el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York.

Se calcula que entre 50 y 60 de tales presos -unos 230 en total- no podrán ser juzgados ni devueltos a sus países de origen, por lo que EE.UU. les está buscando lugares de acogida. Y ya se sabe que apenas una decena de los 27 países miembros de la UE recibirá esta clase de «regalos envenenados»… Es sabido que la cooperación española en esta delicada materia de los presos de Guantánamo se condicionó a dos factores: que se cumplieran los requisitos de la legislación internacional y los de la legislación española. Y a partir de ahí, de ese decidido propósito de colaborar, comenzaron a estudiarse las biografías de los posibles beneficiarios, parece que procedentes, todos ellos, de Túnez.

Pues bien, establece la legislación española que para autorizar la residencia temporal de un extranjero es preciso que carezca de antecedentes penales en España o en sus países anteriores de residencia. Y resulta que de los expedientes de los internos ofrecidos por Washington se deduce que al menos uno de ellos tiene antecedentes penales por delito común, lo que impediría darle residencia en nuestro país. Un miembro del CNI que se menciona en la información de El País sobre este asunto, señala que «desde luego, ninguno de ellos es un angelito». Este es el momento en el que se están repasando los datos de cada uno de estos personajes, de quienes se asegura que al menos una parte habrían colaborado con los servicios de inteligencia norteamericanos facilitando información sobre las células de Al Queda en las que estuvieron integrados… La solución es que ese «cuarto elegido para España» pudiera ser sustituido por otro con un historial menos conflictivo.

Acerca de esta materia de los presos de Guantánamo que llegarán a nuestro país, hace este lunes declaraciones el ministro Moratinos al diario El Mundo. «Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para ayudar a Obama a cerrar Guantánamo -dice el ministro-, pero deberemos mirar caso por caso el perfil de esos presos, siendo muy escrupulosos y rigurosos en la seguridad de los españoles y el respeto a la legalidad. Si alguno choca contra los intereses españoles o la legalidad española o internacional, por muy buena voluntad que tengamos, no podremos acogerle. Le diremos de forma amistosa a EE.UU. que nos propongan otros casos o buscaremos otra solución. Lo que estamos haciendo ahora es mirar los expedientes. Sólo vamos a colaborar para cerrar ese drama, esa vergüenza, ese agujero negro de los derechos humanos que es Guantánamo. Habrá una transparencia total y absoluta». Aprovecha la ocasión Moratinos para señalar que la relación con Estados Unidos se ha normalizado completamente y que la relación ya es fluida. «Estamos en un momento muy dulce e intenso».

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