MADRID, 2 (OTR/PRESS)
No hay duda de que fue un «acierto dialéctico» o de utilización del lenguaje el descubrimiento de los «brotes verdes» que empezó a ver la vicepresidenta económica y ministra de Economía Elena Salgado. Si cobrara derechos de autor, tendría unos buenos ingresos por esta causa… Porque, ya sea a favor o en contra de la existencia, aparición o congelación de esos brotes, han opinado muchísimos autores en los dos últimos meses.
Este jueves primero de julio hay un par de brotes verdes a considerar, o lo que es lo mismo, dos datos mínimamente felices: los relativos al paro y a la adquisición de vehículos privados. Dos datos esperanzadores, aunque sea aún mucho lo que queda por hacer. La estadística del paro, nadie lo duda, viene siendo una preocupación de primerísimo orden a partir de la divulgación del dato de la Encuesta de Población Activa, EPA de marzo, que denunció la existencia de cuatro millones y medio de parados, un dato sumamente preocupante y demostrativo del carácter dramático del gran problema que ha traído consigo la crisis económica. En los meses siguientes, y a la espera de comprobar cómo se ha comportado este dato económico, los datos de la otra contabilidad del paro, del Instituto de Empleo del Ministerio de Trabajo, nos han venido ofreciendo, en mayo y junio, mucho mejores registros, con incremento del número de empleados.
Esta misma mañana del jueves, el Ministerio de Trabajo confirmaba la segunda bajada del número de parados, y los datos incluso resultaban más optimistas de los que se había anunciado o previsto: habían hablado en fuentes de Trabajo de unos 30.000 nuevos empleos, y han resultado ser 55.300. Es evidente que aún queda mucho por hacer en esta asignatura gravísima de reducir el número de parados, que según el propio INEM aún supera los tres millones y medio, 3.565.000 parados. Parece bastante evidente que esta cifra, como la conocida hace un mes, se debe a la creación de empleos originada por el Plan Zapatero de obras públicas en miles de ayuntamientos españoles.
El otro «brote verde», también originado por la iniciativa del Gobierno de prestar ayudas públicas a los compradores de vehículos nuevos, se refiere a cómo se ha modificado la tendencia en este importante mercado. Como ha señalado una información sobre el particular, esas ayudas directas han conseguido resucitar las compras de coches por particulares: el Plan 200E modera la caída del conjunto de las ventas hasta el 15,9 por 100. Las personas físicas matricularon en junio un 14,5 por 100 más turismos que en 2008, cuando ya la crisis estaba afectando de manera importante al sector. Es el dato a celebrar, que las ventas han crecido por vez primera en 31 meses, aunque el sector ya haya advertido que las ayudas públicas podrían agotarse en tres meses, aproximadamente en septiembre, y ha pedido que se prorroguen.
En todo caso, hay una coincidencia en los dos brotes verdes señalados hoy: los dos vienen originados por las ayudas públicas directas, tanto a los ayuntamientos como al sector automovilístico. Ciertamente, son brotes débiles, frágiles, inmaduros, que deberán irse consolidando en el tiempo. Pero demostrativos de la eficacia de los dineros públicos a la hora de empezar a resolver situaciones de «parón» originadas por la crisis, contrariamente a lo que ha venido criticando la oposición popular…
