Ideas brillantes para destruir lo que se llama España

El ministro Rubalcaba dijo en una fecha nefasta para este país, tras el atentando del 11M, que España no se merecía un gobierno que mintiera a los españoles. O las palabras se las lleva el viento, y donde dije digo…. O el actual gobierno, y esto es lo más probable, no tiene una visión de este invento que se llama Estado.

El invento del nuevo modelo de financiación de los “reinos de taifas comunitarios”, es un atentado contra el derecho fundamental de igualdad de todos los españoles. Un señor que pertenece a un partido minoritario, sectario y con tintes nada democráticos, decide crear “embajadas” y despilfarrar en caprichos y “chorradas” el dinero de todos los españoles.

Otro señor que pertenece a ese mismo partido, se jacta de que el gobierno cambie la financiación y la Comunidad mas beneficiada sea Cataluña, pero dejando bien claro que lucharán por la independencia. Eso sin contar, con el maravilloso modelo educativo de adoctrinamiento de otros tiempos, impuesto por unos señores que no ven más allá de sus narices, porque sus orejeras son inmensas. Si algunos quieren y desean la independencia, que planteen un referéndum sobre la independencia, eso sí, al ser posible con una participación de al menos del 51%, más que nada, para que sea mayoría. Y hasta que se produzca ese referéndum ni un solo euro en inversión.

El plan E, conocido como el plan Ehhhhhhhhh, otro invento que es pan para hoy pero hambre para mañana. Si se quiere crear empleo, que se agilicen las obras para crear nuevas infraestructuras y que se pague a las empresas como máximo a 60 días y no en los tres plazos de tarde, mal, y nunca. Que se apoye a las pymes, que para eso crean el 89% de los puestos de trabajo y no se despilfarre el dinero de los contribuyentes en ministerios cuanto menos absurdos. En actos de propaganda política. O en enchufar a “amigos” en el sector público.

Este país necesita políticos cercanos y conocedores de los problemas de los ciudadanos, trabajadores y honrados, con experiencia en el sector privado y que no se aferren al escaño. Políticos con ideas, con visión de futuro y capacidad para afrontar las reformas necesarias (entre estas reformas la ley electoral, del Senado y recuperar algunas transferencias como educación). Mientras tanto, con las actuales ideas brillantes de nuestros dirigentes políticos, iremos al mayor de los abismos y seremos españoles de primera, de segunda, etc.., según dónde tengamos nuestra residencia.

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