Misterios y caraduras


MADRID, (ABC) El fracaso de Argentina como nación es el mayor misterio político del siglo XX». Yo diría que también del siglo XXI, porque la frase, con la que el semanario «New Statesman» abría su portada hace justo tres décadas, sigue plenamente vigente.

Leyendo ayer, en estas mismas páginas, la descripción que Carmen de Carlos hacía de la decadencia del «Imperio Kirchner», se me encogió el corazón. No ha cambiado nada. Ni siquiera los nombres.

Siguen en la pomada los mismos políticos ladrones y sindicalistas facinerosos que llenaban el escenario cuando fuimos a Buenos Aires a cubrir juicios militares, corralitos bancarios y cercos piqueteros. Y todos se dedican a lo mismo: robar.

Argentina no es Honduras o Venezuela. No se trata sólo de un país capaz de ganar campeonatos mundiales de fútbol, sobresalir en Fórmula-1, triunfar en tenis y producir escritores, artistas y cineastas geniales.

Tiene premios Nobel (Paz, Medicina y Química). La inmensa mayoría de sus 37 millones de habitantes es de origen europeo. Cuenta con la tierra más feraz del planeta, petróleo y mares ricos en pescado. ¿Cómo es posible entonces que la tercera parte de su población viva en la pobreza?

Buscando algo de luz, he releído «El enigma argentino descifrado para españoles», que publicó hace ya tiempo Horacio Vázquez-Rial y cuanto más se, más me indigno. ¿Quién puede explicar que una nación exportadora de alimentos, albergue a 4 millones de hambrientos?

La cifra, del Instituto para el Desarrollo Social, la hizo pública Jorge Casaretto, obispo de San Isidro.

Y sobre ese sonrojante telón de fondo, se perfila el matrimonio Kirchner que triplica al año su patrimonio, especula con terrenos y hace negocios ilícitos, a la sombra de los cuales prosperan amiguetes de la peor ralea.

Todo ello, insultando a los inversores españoles, chantajeando a Repsol y dando abrazos a Chávez.

¡Vaya tropa!

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Autor

Alfonso Rojo

Alfonso Rojo, director de Periodista Digital, abogado y periodista, trabajó como corresponsal de guerra durante más de tres décadas.

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