MADRID, 26 (OTR/PRESS)
La ruptura del diálogo social sigue suscitando toda serie de iniciativas y propuestas, tras haber provocado un cruce de reproches entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos, que se culpan unos a otros del fracaso. Ha podido sorprender la virulencia de las descalificaciones del presidente del Gobierno hacia el de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, al que, según fuentes de La Moncloa, no quiere volver a tener enfrente como interlocutor. No es nueva esa incompatibilidad, como bien demostró el micrófono «traidor» que hizo saber las opiniones abiertamente descalificadoras que Ferrán tiene hacia el presidente del Gobierno. Aquella vez contrapuso al «inútil Zapatero» con la «mucho más eficaz», y de su cuerda, Esperanza Aguirre…
De manera parecida, ahora, desde la patronal se han dirigido a la Moncloa acusaciones de haber propiciado la ruptura de las negociaciones, aunque a continuación se haya propuesto dejar pasar agosto para que se calmen los ánimos y se pueda volver a la negociación, en septiembre. La obsesión por «negociar desde el primero de septiembre», estaba muy presente en esos 16 folios en los que la CEOE no respondía a las dos cuestiones básicas que habían planteado Gobierno y sindicatos unánimemente: Rebaja en 1,5 puntos de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, y 420 euros mensuales para los parados que hayan rebasado el tiempo habitual del subsidio de paro. ¿No hubiera sido mucho más razonable que la patronal aceptara esas dos propuestas, y planteara, seguidamente, la necesidad de seguir negociando otras cuestiones pendientes…? Pero, no: la CEOE quería una ruptura clara, por su propia iniciativa o por el consejo del PP, que parece haber disfrutado «el momento de gloria» de ver rechazados los planteamientos comunes de sindicatos y Gobierno. De hecho, algunos analistas observan una especie de declaración de guerra de Zapatero a la CEOE.
Indica El País que en la Moncloa existe el convencimiento de que la patronal ha provocado la ruptura en connivencia con el PP para negociar en otoño condiciones más favorables. Pero, de momento, hay un claro perdedor, el empresariado, ya que la rebaja de cotizaciones sociales ha quedado aparcada «sine die»… En cuando a Díaz Ferrán, sus manifestaciones tampoco colaboran a apaciguar los ánimos. Dice el superpatrón que espera que se le pase pronto el berrinche al presidente, y que confía en retomar las conversaciones en otoño. Ferrán entiende que Zapatero se ve excesivamente influido por los sindicatos… Es dudoso que Zapatero y Ferrán vuelvan a sentarse juntos, después de esta mala experiencia de ahora. Tendrá que pasar tiempo, aunque acaso las necesidades del país les fuercen a nuevas aproximaciones y nuevos intentos de entendimiento. De momento, y como destaca ABC, hay un amplio frente común, que integran el Gobierno, IU y los sindicatos, acordes en «acosar a CEOE», por más que Díaz Ferrán se declare abierto al diálogo. En la acera de enfrente, la CEOE cuenta con la solidaridad del PP, que critica que «un virulento Zapatero eche la culpa a los demás del fracaso del proceso»… La CEOE, en efecto, proclama que estaría encantada de volver a la mesa de diálogo social, pero ¿con qué objetivo concreto? Es evidente que el récord histórico del paro no permite explicaciones fáciles ni fracaso de un año de la mesa de diálogo, ni que, al cabo de ese años infructuoso, la mesa haya quedado vacía de interlocutores…
