Esther Esteban – Más que palabras – El aniversario del terror.


MADRID, 31 (OTR/PRESS)

Han sido 50 años de terror, de sangre y miedo. Cincuenta años intentando disfrazar de ideología una causa mafiosa y fascista que no lleva a ninguna parte. Han matado en Mallorca a dos jóvenes y valientes guardias civiles llenos de vida y esperanza -días antes de que llegara allí la familia real- y querían provocar una masacre en Burgos. Sabían perfectamente que en la casa cuartel de la Guardia Civil había más de un centenar de personas y de ellas 41 eran niños y varias mujeres embarazadas.

Al final, el azar quiso que de las 90 familias que habitan el edificio sólo estuvieran la mitad. El azar, sólo el azar, ha impedido que en estos momentos estuviéramos lamentando uno de los mayores y más crueles atentados de los terroristas de ETA. No hubo llamadas para avisar de la colocación de la furgoneta bomba -cargada con una enorme cantidad de explosivos- porque querían hacer cuanto más daño mejor. Era un atentado esperado, sabíamos que la banda terrorista pensaba realizar algo muy sonado para celebrar, a su manera, con una orgía de sangre y dolor el tétrico 50 aniversario de su nacimiento.

Son cobardes, asesinos que se esconden bajo una falsa entonación, ideológica pero ya no cuela. Estos mafiosos, que han hecho del dolor y sufrimiento de su propio pueblo su lucrativa forma de vida, deben saber que no nos van a poner jamás de rodillas. Que pierdan toda esperanza porque nosotros los demócratas estamos aquí de pie y señalándoles con nuestro dedo acusador. Nosotros no nos escondemos y defendemos con palabras unas ideas que ellos sólo saben imponer con balas. Nuestra razón es nuestra fuerza y ellos sólo entienden de la razón de la fuerza. Estamos aquí y nos enfrentaremos con la fuerza que nos da la defensa de la libertad a estos fascistas retrógrados cuyo único destino es la cárcel.

Solo ver la imágenes del atentado de Burgos para comprobar lo que pretendían, pero deben saber que somos más, somos mejores y conseguiremos que todos, absolutamente todos, les den la espalda a ellos y a sus cómplices silentes que son iguales: alimañas de la peor especie. Dos bombas en 34 horas para demostrar que la ETA más sangrienta y cruel sigue ahí, donde siempre ha estado, en el lado más oscuro del ser humano. Su lista de victimas ha anotado el numero 823 y con nuestro corazón roto sólo tenemos algo que añadir ¡NO PASARAN!.

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