MADRID, 14 (OTR/PRESS)
El ya famoso correo electrónico interno de Presidencia a los ministerios pidiendo ideas como quien pide árnica –y sacado a la luz por «ABC»– podría resultar sencillamente cómico si no se dieran ciertas circunstancias y, a la vez, es el más claro ejemplo de lo que desde hace años venimos mantenido algunos: la improvisación absoluta y continuada del gobierno de Rodríguez Zapatero. Resulta todo tan excesivo, tan de Berlanga, tan… que te preguntas si realmente puede ser verdad: ¿cómo es posible que se anuncie a bombo y platillo en el último debate sobre el Estado de la Nación una «Ley de Economía Sostenible», «la más importante de la legislatura» –según reconoce el correo de Presidencia– y detrás no haya absolutamente nada?
Es que lo que piden de Presidencia a los ministerios nos son datos concretos, información puntual sobre un tema, ampliación de algún problema… no; lo que piden son contenidos, lo que dicen claramente es que por ahora tienen el nombre: «Ley de Economía sostenible», la valoración de la misma: la mas importante de la legislatura y el responsable del anuncio: el presidente del Gobierno. Y ahí se acaba. Resulta que detrás no había nada, eran solo palabras, una ocurrencia más y como sigue sin haber nada, necesitan contenidos con urgencia, algo, lo que sea, lo primero que se le ocurra a alguien a condición de que sea facilito; tienen la carpeta con el título en letras doradas y ya vendida pero la carpeta, ay, está completamente vacía; por no tener no tienen muy claro ni el presupuesto y si algún ministerio se queda tan perplejo como un servidor cuando ZP hizo el anuncio solemne, el autor del correo electrónico, en una rasgo de sinceridad que le honra, avisa: «Cualquier duda, me preguntáis y casi seguro que no tendré respuesta, pero me encargaré de buscarla».
No tendrá respuestas porque sencillamente la única pregunta posible sigue siendo la misma ¿cómo demonios de la noche a la mañana se acaba con un modelo económico que ya no sirve y se pone en pie otro nuevo que además se llama «de economía sostenible»? No va a haber dudas porque no hay materia, ni financiación, ni posibilidades a corto plazo, ni voluntad para reconocer los errores, ni valor para tomar medidas impopulares, ni, mucho menos, eso tan sencillo que se llama consensuar o negociar o acordar con el adversario político que, dicho sea de paso, tampoco parece muy sobrado y bastante tiene con lo suyo.
Tienen el nombre y la promesa y ahí acaba todo. Una idea, por caridad… ¿es que a nadie se le va a ocurrir algo? La cosa urge. Sería cómico, ya digo, si no tuviéramos más de cuatro millones de parados, una deuda externa desorbitada, el PIB que sigue cayendo, los precios que siguen bajando etc. Piden ideas, necesitan ideas y uno se echa a temblar porque el compañero Santiago González descubre en el BOE una ayuda de 28.810 euros firmada por Moratinos y destinada a una asociación de gays y lesbianas de Zimbabwe. Bueno, es una idea.
Esto es un disparate sin pies ni cabeza; sólo la SGAE no pierde la calma y pasa impertérrita la factura a Fuenteovejuna por Fuenteovejuna y a Zalamea por su alcalde. Y en medio de la confusión nacional y la alegría en Zimbabwe, la TDT de pago aprobada de tapadillo y con urgencia en una reunión extraordinaria del Gobierno. Te digo yo…
