MADRID, 21 (OTR/PRESS)
Con bastante probabilidad, este agosto de 2009 quedará como referencia de los éxitos que pueden producirse en poco tiempo por parte de las fuerzas antiterroristas contra la banda criminal ETA. Recuérdese en qué punto comenzaba el mes más veraniego, con tres golpes de notable relieve por parte de la banda: Primero, el estallido de un potente coche bomba frente al edificio de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Burgos, en el que pudo haberse registrado una importantísima matanza de personas, y a continuación, las bombas lapa que los terroristas hicieron estallar en Palma de Mallorca, con el resultado de dos guardias civiles muertos y la sospecha de que haría dado comienzo un agitado verano que afectaría gravemente a los destinos turísticos de mayor importancia.
Pues bien, la eficacia y buen hacer de las fuerzas de seguridad del Estado, en colaboración con la Gendarmería Francesa, han logrado cambiar el sentido de aquellos días iniciales de agosto asestando, a su vez, durísimos golpes a la organización de la banda y sus arsenales. Con unas cuantas circunstancias a tener en cuenta: primera y principal, la eficacia de las fuerzas de seguridad del Estado, días después de que desde el PP se hiciera la crítica de que el Gobierno estaba empleando a tales fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado para desacreditar al primer partido de la Oposición con escuchar ilegales que el PP no concreta. Queda bien de relieve que, por fortuna, las fuerzas de la lucha contra el terrorismo funcionan «al servicio del Estado» y tienen perfectamente clara su razón de ser y sus objetivos, al margen de la ideología de sus mandos. En segundo lugar, que nuevamente, los éxitos vienen y se producen en Francia, lo que equivale a decir que el país del norte sigue siendo el «santuario» de ETA, lugar de refugio y punto de preparación de los atentados que se perpetran en España.
En tercer lugar, cabe destacar que los golpes contra ETA cada vez «se afinan más» y alcanzan a personalidades y dirigentes más significativos. En este caso, han sido detenidos los encargados de distribuir los explosivos entre los comandos activos, y se ha podido demostrar que disponían de un muy importante número de «tarteras» o «fiambreras», y bombas lapa listas para ser distribuidas y estallar en cualquier punto de España elegido para la siguiente actuación terrorista. Es decir, que la banda ETA tenía preparada una larga campaña de atentados con bombas lapa del tipo de las empleadas en Palma de Mallorca.
El hallazgo de los zulos con explosivos tiene tanta importancia como la detención misma de los jefes etarras, porque verosímilmente les imposibilita por un tiempo para continuar su campaña de atentados. Se estima que tenían almacenado material para montar un centenar de bombas, nada menos… Y bombas elaboradas «con los productos más novedosos del mercado», los más eficaces con el menor peso posible…
