Isaías Lafuente – Cierre de filas.


MADRID, 05 (OTR/PRESS)

Apretando filas, restañando heridas, así se presentaron el sábado gobierno y oposición en el enésimo acto de arranque de este curso político. Rajoy eligió Valencia, y una plaza de toros, para sacar por la puerta grande a Francisco Camps y los suyos. No fue sólo un acto para arroparlos, sino que los presentó como modelo de lo que el PP pretende ser y como víctimas simbólicas de la persecución de un gobierno que conspira contra la oposición utilizando las armas del Estado. Si alguien duda de que la oposición mantendrá este asunto en la agenda política como material de desgaste contra el gobierno, las dudas han quedado despejadas.

Zapatero, por su parte, reunió en la Moncloa a los representantes de la patronal y de los sindicatos. El pretexto era presentarles las líneas básicas de la futura Ley de Economía Sostenible, una entelequia aún para el resto de los mortales. Pero la intención última era la de recomponer la mesa de diálogo social, dinamitada el pasado mes de julio entre durísimas acusaciones y reproches de las partes. Sin una mayoría parlamentaria clara, el gobierno necesita anclar apoyos dentro y fuera del Congreso. Y el desaguisado del decreto de los 420 euros evidencia aún más esa necesidad cuando se trata de legislar en materia laboral.

Pero si lo que teníamos sobre la mesa ya era suficiente para augurar sin arriesgar un curso político muy intenso, en los últimos días ha irrumpido la situación que vive Afganistán y el debate sobre la presencia de nuestras tropas en aquel país. El PP vuelve a acusar al gobierno de engañar a los ciudadanos por sostener que nuestros soldados están allí en misión de paz y no en una guerra declarada. Las resoluciones que amparan la intervención internacional avalan lo primero; la realidad lo podría poner en duda. En todo caso nuestros políticos se enfrentan a un complejo dilema que comparten con los colegas de los países que tienen presencia en Afganistán. La decisión que se tome será difícil. Y explicarla a la ciudadanía requerirá de grandes dosis de pedagogía, no de demagogia.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído