MADRID, 9 (OTR/PRESS)
Con notable expectación daba comienzo esta mañana en el Congreso, con las intervenciones de Zapatero, Rajoy y los restantes portavoces de los grupos parlamentarios el primer debate de la temporada sobre la situación económica. El presidente del Gobierno aprovechaba su comparecencia para concretar que la subida de impuestos quedará por debajo del 1,5 por ciento del PIB, una cifra que supone colocar el límite del incremento en 15.000 millones de euros. El dirigente socialista siguió sin concretar los impuestos concretos a los que afectará la subida, ni los porcentajes, aunque admitió que supondrá «una subida moderada».
Según fuentes parlamentarias, no quiso despejar esos apartados que se modificarán con vistas a dar margen a su equipo para poder negociar la reforma con el resto de grupos en busca del mayor apoyo posible al proyecto. De manera que su concreción -de qué impuestos se modificarán y en qué porcentajes- se producirá con ocasión de la presentación del Proyecto de Presupuestos. Eso sí, puso límites a los retoques fiscales: «No se modificarán la fiscalidad sobre las rentas de trabajo», «las subidas se guiarán por criterios de eficiencia y de equidad fiscal»; y «habrá incentivos fiscales a las nuevas actividades de la economía sostenible». Además, bajará el impuesto de sociedades a las empresas que mantengan el empleo en 2010 y 2011, tal y como anunció en el pasado debate sobre el estado de la Nación.
En su conjunto, la reforma «supondrá una contribución a la reducción del déficit equivalente a la que vamos a conseguir con los recortes en el gasto público». A pesar de la subida de la presión fiscal que supondrá la reforma, Zapatero sostuvo que seguirá por debajo de los niveles que tenía antes de su llegada al poder en 2004, «y ello a pesar de las difíciles circunstancias actuales y de las mejoras en el Estado del Bienestar introducidas en estos últimos años», y será inferior al de la media de sus socios europeos, del 41 por ciento. La presión fiscal en España, entendida como el peso de los ingresos públicos por impuestos y cotizaciones sociales sobre la actividad, cerró 2008 en el 33 por 100 del PIB.
A lo largo de su intervención, el jefe del Ejecutivo adelantó que el segundo de los fondos que acompañarán a la nueva Ley de Economía Sostenible, de 5.000 millones de euros para que los municipios lleven a cabo proyectos vinculados al nuevo modelo, será aprobado por decreto ley para agilizar su aplicación y para que se puedan poner en marcha ya en 2010. El presidente hizo una cerrada defensa de la gestión económica de su Gobierno ante la «crisis global» que afecta a la economía española.
La oposición, en cambio, sigue viendo a un Gobierno «contradictorio», «falto de credibilidad» y que «improvisa». Mariano Rajoy, ha insistido en sus argumentos y ha ofrecido un pacto para reducir el gasto público que ha supeditado a que no haya subida de impuestos. También censuró los planes del Gobierno de poner en marcha la Ley de Economía Sostenible. Rajoy dijo que «no hay subida de impuestos capaz de tapar el agujero que usted ha creado». Y, en el discurso más breve de sus recientes debates parlamentarios, insistió en que el aumento impositivo no alcanzará siquiera para cubrir el déficit, que ahora se sitúa cerca de los 50.000 millones y, sobre todo, abundará en la pérdida de confianza y en el aumento del paro. La oposición de Rajoy a la revisión fiscal ha llegado a constituir toda una «condición previa» para cualquier pacto económico con el Ejecutivo. Para el presidente del PP no cabe otro pacto que el ofrecido en su intervención: «Para reducir el gasto en las Administraciones» y, además, «explicarlo a los españoles».
En cuanto al pacto educativo y energético planteado por el jefe del Ejecutivo, Rajoy contestó que sí, pero ha puesto dos condiciones. Una genérica: que se haga «en serio», y una segunda con crítica implícita: que sea «con luz y taquígrafos», por medio de debates en el Congreso, «para que no ocurra como en el diálogo social donde, según Rajoy, los empresarios fueron culpados por el propio presidente de su fracaso. Además, Rajoy criticó la Ley de Economía Sostenible. «No creo en una planificación de este tipo», dijo el líder de la oposición, que ha reclamado a Zapatero un «marco favorable» para que sean los «sectores productivos» quienes promuevan sus proyectos e inviertan en innovación.
En resumidas cuentas, Zapatero se aferra a la ley de economía sostenible, sin aportar detalles de su futuro contenido. Sólo avanza que la presión fiscal no subirá más del 1 por ciento del PIB. Todos los partidos, sin excepción, han sido muy muy muy duros con la forma de gestionar la crisis. La izquierda le ofreció un pacto con propuestas fiscales que están lejos de las que apunta Zapatero. El PNV se ofrece como próximo costalero parlamentario frente a CiU, que se borra de la lista de posibles socios. Rosa Díez, diputada de UPyD, le plantea: «Rectifique y haga lo contrario a lo que ha hecho». Ana Oramas (Coalición Canaria), dirige críticas duras y petición de atención a las islas aunque el PSOE sigue creyendo muy probable ese acuerdo de inversiones en Canarias. El BNG sostiene que «los brotes verdes se han marchitado nada más germinar». Francisco Jorquera ve improvisación en el Gobierno y la atribuye, entre otras cosas, a lo que se llama «geometría variable», es decir, a los cambios de Zapatero para buscar apoyos.
Joan Herrera, de ICV, pide un cambio de formas y convicción de izquierdas. Que reconozca que «España va muy mal, sin edulcorar la realidad», que deje de hablar de la ley de economía sostenible, pero que empiece a negociarla y que admita errores como el de la deducción general de los 400 euros. El portavoz de ER, Joan Ridao, auguró «un otoño muy caliente» y estableció tres condiciones para un acuerdo: «Deje de improvisar y contradecirse, porque tantos errores y contradicciones le han restado a este Gobierno capacidad para impulsar la economía»; «No se empecine en actuar sólo, por su cuenta». «Puede usted blasonar subiendo pensiones pero al mismo tiempo no toca la tributación de las SICAV». Reforma fiscal basada en no retirar las medidas de estímulo; «que no sea coyuntural y limitado». Muy significativa la intervención de Josu Erkoreka (PNV) que se ofrece, con puertas abiertas y mención expresa a los Presupuestos y otras leyes. Posiblemente haya sido la gran novedad de la interesante sesión.