MADRID, 25 (OTR/PRESS)
Que Bertín Osborne siempre ha despertado pasiones desenfrenadas en muchas mujeres y admiradoras incondicionales ya lo sabemos, su talento y naturalidad avalan su larga trayectoria como cantante y profesional. Es simpático, cachondo y campechano, siempre se ha ganado al público con su espontaneidad, que lejos de molestar se agradece y nunca cae en saco roto.
A Bertín le encanta improvisar allá a donde va. Yo puedo dar fe de ello porque en ocasiones le he llamado para invitarle a programas en los que he trabajado y donde debía aprenderse un guión para protagonizar un «gag o sckech», él siempre me decía; «yo no quiero guiones, ni pautas, ni nada, yo no pienso aprenderme de memoria ni una palabra, necesito decir y hacer lo que me salga», y ¡ahí quedaba eso!. Por supuesto le respetábamos porque sabíamos que aún sin un papel aprendido, Bertín iba a responder con ese gracejo que le ha hecho ganarse el cariño del público.
Y esa táctica fue la que el cantante puso en marcha esta semana cuando rodeado de casi cien niños de uno, dos y tres añitos Bertín se estrenaba como Cuenta Cuentos con las aventuras de «El Jardín de los Sueños».
Un conocido centro comercial de la capital fue el escenario en el que el jerezano tuvo que lidiar con los pequeños que se agolpaban al artista como si le conociesen de toda la vida. Es evidente la empatía que el cantante tiene con los niños, sobre todo desde que nacieron sus dos hijos fruto de su relación con la modelo venezolana Fabiola Martinez. Kike cumplirá tres años en enero y Carlos uno en noviembre, los pequeños son la debilidad del artista; «a mis hijos les pongo en la tele cuentos didácticos porque son muy buenos para ellos y facilitan su aprendizaje».
Muy pronto Bertín comenzará una campaña de información sobre la terapia que pueden seguir los niños que padezcan lesiones cerebrales, su objetivo es concienciar a los padres y ofrecerles alternativas de cura y mejoría para los pequeños.
Bertín y Fabiola acaban de regresar de Philadelphia donde han realizado un curso intensivo de veinte días: «fueron quince horas diarias estudiando cual era la terapia más apropiada que debíamos seguir con Kike, es duro porque todos los días debemos hacer con él los ejercicios, entre ellos está arrastrarse a lo largo de ciento cincuenta metros, él todavía no gatea y lógicamente le cuesta mucho. Fabiola y yo nos vamos turnando para arrastrarnos con él y animarle, necesita que le apoyemos y que le motivemos, eso es lo que hacemos con Kike.
Todas las semanas enviamos un informe al centro hospitalario americano y ellos le controlan la dieta y todo lo demás. Es duro pero gracias a esta terapia estamos consiguiendo grandes avances con mi hijo. Ya está empezando a hablar, entiende absolutamente todo y le queremos enseñar a leer. «Kike tiene una lesión cerebral pero es inteligente, lo que tenemos que conseguir es que sea capaz de expresarse. Lo que más deseo en esta vida es que mi hijo se ponga bueno de verdad y que siga mejorando. Al pequeño de diez meses le falta poco para echar a andar, está para comérselo, yo creo que estas navidades cae con el pavo» bromea Bertín entre risas.
El presentador les ha contagiado a sus hijos su pasión por el campo y los caballos y cuenta que los críos ya se han estrenado como jinetes en su finca de Sevilla. A estos niños no les hace falta el tio vivo, ellos tienen los caballos en casa y para más ende son de raza.
Y como de niños va el asunto, no pudimos dejar de preguntarle por su nieto Santiago hijo de Alejandra; » ese es un fenómeno, está genial y grita ¡abuelo! todo el día y a todas horas, «abuelo» es una de las palabras más bonitas de la lengua española»
Bertin siempre ha estado orgulloso de sus hijas, Claudia y Eugenia siguen estudiando, viven juntas en un piso situado una de las mejores zonas de Madrid, tienen complicidad entre ellas pero son bien distintas. Eugenia es tranquila, serena y aparentemente reflexiva, y Claudia es un terremoto, Bertín reconoce que: «la pequeña se parece más a mi, le gusta salir pero es normal tiene 20 años y está en la edad», le delata su sonrisa; Claudia es clavada a su padre.
A Bertín se le preguntó que opinaba sobre la polémica que se ha desatado en los últimos días entorno a Belén Esteban, su hija y el defensor del Menor, el artista no quiso posicionarse argumentando que desconocía el asunto pero si quiso aclarar que; «yo he posado con mis hijos en una revista por dos razones; una porque yo no quiero esconder a mi hijo Kike, él no es un monstruito de circo, es precioso y deseo que se vea lo bien que está. Además recibo muchas cartas de padres que tienen el mismo problema con sus hijos, intento ayudar. La otra razón es que los niños no tienen la culpa de ser hijos de padres famosos y creo que es mucho más normal sacar una foto de vez en cuando y que la gente les vea, al fin y al cabo si no es posando les pueden fotografiar en cualquier otro sitio. Yo no utilizo a mis hijos» apostilla el presentador.
