Cayetano González – Cada vida importa.


MADRID, 15 (OTR/PRESS)

El próximo sábado miles de ciudadanos van a participar en Madrid en una manifestación en favor de la vida y en contra de la nueva ley del aborto que ha propuesto el Gobierno y que en la práctica supone la instauración del aborto libre, con el agravante, contemplado en el proyecto de ley que se encuentra en el Congreso de los Diputados, de que las menores de 16 años no necesiten el permiso paterno para abortar. La manifestación, que tendrá que sortear las zanjas con que el Alcalde Gallardón ha sembrado en muchas zonas de Madrid, está convocada por unas cuarenta asociaciones de la sociedad civil bajo el lema «por la vida, la mujer y la maternidad. Cada vida importa». Comenzará en la Puerta del Sol y acabará en la mítica Puerta de Alcalá.

La nueva ley del aborto ni era necesaria, ni había una demanda social al respecto, ni el PSOE llevaba esta propuesta en el programa con el que se presentó a las últimas elecciones generales. Este es un paso más en el proyecto ideológico de Zapatero que revestido de un laicismo radical tuvo su primera manifestación en la pasada legislatura, cuando se aprobó la equiparación de las uniones entre personas homosexuales al matrimonio formado por un hombre y una mujer. La nueva ley del aborto es una iniciativa que divide profundamente a la sociedad española, algo que al actual presidente tampoco le debe de importar en exceso, porque el sigue, erre que erre, con iniciativas de este tenor o parecidas. Este es el gran error de Zapatero desde que hace cinco años y medio llegó a la Moncloa: gobernar sólo para una mitad de los españoles.

El aborto, se mire por donde se mire, es un gran fracaso personal y colectivo. Supone la negación del derecho fundamental a la vida a miles y miles de seres inocentes a los que no se les consulta si quieren vivir, o pasar directamente a ser objeto del bisturí o incluso, como se pudo comprobar hace unos meses en algunas clínicas de Madrid, de la máquina trituradora para ser arrojados luego al cubo de la basura. En el año 2008 se practicaron en España un total de 122.000 abortos, lo que nos sitúa en el cuarto lugar de la Unión Europea en este macabro ranking. Uno de cada siete abortos fue practicado en mujeres de menos de 20 años.

Lo que no es el aborto, se mire por donde se mire, es un derecho de la mujer como pretende instaurar la nueva ley y repiten como papagayos los grupos pro-abortistas. Es una aberración pretender que la legislación consagre como un derecho algo que atenta directamente contra la vida de un ser humano. Pero la historia está plagada de aberraciones que han degradado enormemente a las personas y a las sociedades donde se han llevado a cabo. Por eso, hay muchos motivos para acudir a la manifestación del próximo sábado en Madrid. El principal, defender el derecho a vivir de tantos seres inocentes. Una sociedad que no reaccione contra el crimen que supone el aborto es que está muy enferma. El sábado se verá si el enfermo emite síntomas de recuperación.

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