José Cavero – La gran operación contra SEGI-ETA.


MADRID, 24 (OTR/PRESS)

Durante toda la noche del lunes al martes agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil han desarrollado una ambiciosa operación en el País Vasco y Navarra con la finalidad de detener a decenas de miembros de Segi, el movimiento juvenil de la banda terrorista ETA. A última hora de la madrugada, había más de 40 órdenes firmadas por los jueces. Por el momento, 36 personas han sido detenidas, según fuentes de la lucha antiterrorista, y la operación aún sigue abierta. ¿Qué trascendencia tienen estas detenciones? Cabe recordar que Segi es la organización juvenil vinculada al entorno de ETA, que como todas las organizaciones dependientes de la banda armada fue declarada terrorista por el Tribunal Supremo el 19 de enero de 2007, al considerarla seguidora de las también ilegalizadas Haika y Jarrai. De este modo, el alto tribunal culminaba un proceso iniciado por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, quien en febrero de 2002, declaró la ilicitud de estas asociaciones.

La operación de ahora es de enorme importancia, no sólo por la cantidad de arrestos: el objetivo de la redada es desactivar desde la cúpula de Segi hasta los gaztetxes, los locales en los que se reúnen en los pueblos los militantes y, además, constituye un fuerte golpe al relevo generacional de la banda. En Segi, en efecto, se produce el relevo generacional de los comandos de ETA. Según los investigadores, la redada afecta a los militantes que estaban siendo preparados para construir «una nueva ETA». Hay otro elemento relevante en estos momentos: los detenidos, presuntamente, secundan la línea dura de la banda, según los expertos. Entre las decenas de órdenes de arresto firmadas por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, destacan las de aquéllos que han venido asumiendo el papel de portavoces públicos en el País Vasco y Navarra.

Entre los arrestados -29 por la Policía y siete por la Guardia Civil- se encuentran los cabecillas de Segi. Las detenciones se han producido en las tres provincias del País Vasco y en Navarra. Hasta ahora se conocen sólo algunos nombres de los detenidos. En Vizcaya han sido arrestados Carlos Renedo, en el barrio bilbaíno de Otxarkoaga; Zuriñe Ogenaga, en Lekeitio; Aritz Petralanda, en Zamudio; Joseba Dalmau, en Galdakao, y dos jóvenes más en Sestao, cuya identidad no se conoce por el momento. En Idiazábal (Guipúzcoa) ha sido arrestado Jon Tellería y en Vitoria Juan Anda Vélez de Mendizábal. Las fuerzas policiales han acudido a los domicilios de al menos tres personas más que no se encontraban allí, por lo que no han podido detenerlos. La Guardia Civil ha efectuado además registros en gaztetxes (sedes juveniles) y sociedades gastronómicas de las localidades navarras de Zizur, Barañain, Villaba y Pamplona. Marlaska se encuentra junto a dos fiscales de su Juzgado y toda la cúpula policial en San Sebastián, donde se ha establecido el centro de coordinación del dispositivo.

El origen de la operación se encuentra en los documentos incautados a Ekaitz Sirvent, uno de los jefes de ETA, detenido en abril pasado en París. En aquel momento se pensó que Sirvent era el número dos del aparato logístico o el responsable del aparato de falsificaciones de la banda, pero posteriormente se reveló como uno de los principales dirigentes, si no el mayor. En su poder había documentos pertenecientes a la estrategia política y militar de la banda. Entre esos papeles había uno en el que Sirvent daba las órdenes para que se unificaran bajo su control, o el de un solo dirigente de ETA, todos los movimientos juveniles de Euskal Herria. La dirección etarra había decidido recabar la participación de jóvenes formados, ideologizados y capaces de militar en la banda. Sirvent planificó cómo articularlos para que constituyesen el embrión de una nueva ETA. Esa nueva generación es la que ahora ha caído, en buena medida. Ekaitz Sirvent había diseñado una estrategia para reforzar la militancia de base de la banda. Ekaitz, considerado el último ideólogo de ETA, ordenó reforzar la presencia de sus bases en plataformas y organizaciones legales lejos de la kale borroka para evitar detenciones. La intención de este terrorista, cercano al ex jefe del aparato militar de la banda, Garikoitz Azpiazu Rubina, alias Txeroki, era la de infiltrar a sus jóvenes en organizaciones, instituciones o plataformas legales de la órbita de la izquierda abertzale.

El pasado 11 de noviembre, agentes de la Gendarmería francesa detuvieron a Segi Antxon Rouget y Aintza Zufiaurre en Ustaritz, en Francia, por su presunta relación con Segi. El pasado 5 de marzo, ocho jóvenes fueron detenidos en Hernani: Egoitz Balerdi Ugalde, Asier Olano Zabaleta, Mikel García Otamendi, Ekhi Oñate Arrozpide, Aitzol Arrieta Erauskin -hijo de la dirigente abertzale y presunto líder del grupo-, Jon Ezeiza Jauregui, y Txaber Zabaleta Galdean. Es seguro que el sistema Sitel, tan discutido en las últimas semanas por el PP, ha sido empleado de manera eficacísima en esta redada, al poner en relación a los mencionados en la documentación incautada a Sirvent con las llamadas telefónicas efectuadas entre ellos.

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