Cayetano González – De presencias y ausencias en la Constitución.


MADRID, 7 (OTR/PRESS)

Deberían de echarle un poco más de imaginación nuestros políticos para que el acto central que cada año se celebra en el Congreso de los Diputados para conmemorar la aprobación de la Constitución de 1978 no tenga ese aire de ritual decadente que dejó entrever el llevado a cabo el pasado domingo. Aunque a lo mejor, el problema no es tanto el acto en si, sino el propio estado de salud -algo más que decadente- de la Carta Magna, treinta y un años después de su entrada en vigor.

Sea lo que fuere, la presencia más positiva y comentada en este nuevo aniversario fue la del lehendakari Patxi López. Es la primera vez que un presidente del Gobierno vasco acudía a un acto de este tipo. La razón es muy sencilla: los anteriores lehendakaris, todos del PNV, no creían ni en la Constitución ni en España, a pesar de que fueron lehendakaris gracias a aquella y la comunidad autónoma que presidían, pertenecía y pertenece, eso sí muy a su pesar, a eso que los nacionalistas llaman el Estado español. La presencia de López en el acto de celebración de la Constitución es un signo más de esa «normalidad» que tanto va a costar recuperar en el País Vasco después de treinta años de gobiernos nacionalistas -doce de ellos en coalición con los socialistas-, pero que tan necesaria resulta para la salud moral, política y social de la sociedad vasca.

Otra presencia destacada fue la del presidente de la Generalitat, José Montilla. Algunos interpretarán que es un gesto hipócrita por parte de alguien que ha apostado por un Estatuto claramente anticonstitucional en muchos de sus aspectos. Pero no deja de ser «inteligente» este gesto de Montilla, que de esa manera ha puesto dos velas: una al Estatuto y otra a la Constitución.

Las ausencias más sonadas las protagonizaron todos los presidentes de comunidades autónomas gobernadas por el PP. No acudió ni uno. Algunos tenían motivo: Esperanza Aguirre, por razones personales debido al reciente fallecimiento de un familiar muy cercano, y el gallego Alberto Núñez Feijoo de viaje oficial fuera de España. El resto de presidentes -Juan Vicente Herrera, Pedro Sanz, Ramón Luis Valcárcel, Francisco Camps y los presidentes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla- no se sabe muy bien por qué no estuvieron. Aunque casi peor que sus ausencias fue la explicación dada por su jefe de filas, Mariano Rajoy, que cuando fue preguntado por este asunto se limitó a decir que no sabía, pero que en cualquier caso «aquí estoy yo». Una muestra más de la falta de orden y mando que caracteriza el quehacer del actual presidente del PP. Queda muy feo que el partido al que se le llena habitualmente la boca -salvo ahora con el recurso presentado al Estatuto de Cataluña donde están callados como muertos- hablando de la Constitución, en un día tan señalado, ninguno de sus presidentes autonómicos acuda al acto central institucional dando de esa manea una baza más al Gobierno y al PSOE, donde también hubo ausencias sonadas como la del vicepresidente Manuel Chaves o la de presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído