MADRID, 10 (OTR/PRESS)
Después del Caso Alakrana, secuestro de pescadores españoles en el Indico por piratas somalíes, en el que el PP trató de conseguir un gran éxito político y parlamentario con sus críticas radicales a la actuación del Gobierno, pudo parecer que el propio PP renunciaba a esa clase de explotación de las desgracias nacionales y sus propios dirigentes anunciaron que se disponían a colaborar con el Gobierno en la solución del nuevo caso, del secuestro de tres cooperantes por una célula de Al Qaeda en Mauritania. Una vez que Zapatero informó a Rajoy del nuevo incidente, los populares habían decidido tratar con la mayor cautela el secuestro, para no entorpecer las gestiones gubernamentales y tratar de resolver el problema con la mayor brevedad.
Pero parece que esas buenas intenciones han durado poco: la secretaria general del primer partido opositor, la «dura» Dolores de Cospedal, parece decidida a usar el secuestro para desgastar al Gobierno socialista con este asunto y con algunos otros de la máxima actualidad, como el caso de la activista saharaui en huelga de hambre en Tenerife o la retención de los guardias civiles que perseguían a narcotraficantes hasta la ciudad de Gibraltar. La secretaria Cospedal vinculó inequívocamente la política exterior española con estos casos: «Pienso que en política exterior estamos dando hace tiempo un espectáculo lamentable. Y que la falta de una posición coherente, fuerte y firme de España en muchos temas, inducen a pensar a organizaciones terroristas que podemos ser presa fácil, por decirlo de alguna manera», opinó la número dos del partido, horas después de que el portavoz González Pons reiterara la decidida voluntad del PP de dar su total apoyo al Gobierno en la solución de problemas como el que han planteado los secuestradores de Al Qaeda en Mauritania.
En medios socialistas se ha aprovechado la ocasión para criticar la frivolidad de la señora Cospedal, que no ha querido recordar que en ese mismo país norteafricano han sido secuestrados, además de tres ciudadanos españoles, un ciudadano francés y otros ciudadanos británicos, alemanes, suizos, canadienses… Y nunca el PP, con anterioridad, ha criticado la eventual debilidad de los respectivos gobiernos y de su política exterior. Es sí, añadió Cospedal que «los dislates en política exterior no justifican ningún ataque terrorista… Y finalmente, aseguró que el PP apoya al Gobierno en la solución del secuestro de los tres cooperantes catalanes.
Por su parte, el portavoz González Pons coincidió con su correligionaria Cospedal en criticar la política exterior española, de la que dijo que «ha consistido en sonreír a todo el mundo». Como consecuencia de esta actitud, según Pons, a España le tose hasta Gibraltar. También Pons insistió en el apoyo del PP al Gobierno «en todo lo que tenga que hacer en el asunto de Al Qaeda. Apoyaremos al Gobierno si hace las cosas bien», puntualizó. E indicó que Al Qaeda no sólo busca el dinero de los rescates, sino también la publicidad, y por ello, dijo, «intentaremos no crear un conflicto que acabe favoreciendo a Al Qaeda». Y añadió: «En el resto de los asuntos, Gibraltar, Haidar, Alakrana, las críticas seguirán…»
Peridis ilustra hoy esta situación en su viñeta de El País. Pinta a Zapatero que se dirige a un Rajoy tumbado y fumándose un puro: «Mariano, ¿no habíamos quedado en que apoyabais sin fisuras al Gobierno en el caso del secuestro de los cooperantes?» Rajoy responde: «Esta María Dolores… Cómo se le ocurre decir en público lo que comentamos en privado»…
