Isaías Lafuente – Nobel preventivo.


MADRID, 11 (OTR/PRESS)

Entre las cualidades políticas de Obama destaca su afilada intuición. Sabedor de las críticas que ha suscitado la concesión del Premio Nóbel de la Paz, decidió armar su emotivo discurso de agradecimiento haciendo suyos los argumentos de la controversia: reconoció humildemente que quizás otros candidatos lo hubieran merecido más que él y subrayó la paradoja de que sea el comandante en jefe del mayor ejército del mundo, con dos sangrientas guerras aún abiertas, el elegido por la Academia sueca para recibir el galardón que señala a quienes luchan denodadamente por la paz. Pero reformuló en inglés el viejo proverbio latino que recuerda a quienes quieren la paz que deben prepararse para la guerra.

La pregunta es qué tipo de guerra y a esa cuestión tan crucial el presidente de los EE.UU. ya ha ofrecido sobradas respuestas en su primer año de mandato. Obama ha desmontado la doctrina de la guerra preventiva, unilateral y sucia que estableció su predecesor, George Bush, y ha proclamado por activa y por pasiva que la guerra, a veces inevitable, debe ser la última opción después de haber explorado todas las alternativas, debe respetar las reglas establecidas en los Convenios de Ginebra y debe buscar el concierto de la comunidad internacional porque EE.UU. no puede actuar solo en el mundo actual. Y no han sido sólo palabras. Su agenda internacional ha tenido como motor fundamental la recomposición de las relaciones con Rusia, el intento de acercamiento a viejos enemigos como Irán y Corea del Norte y la llamada a Israel para que ponga fin al conflicto enquistado con Palestina.

Pero es verdad que esta actuación hercúlea está aún en proceso. Por eso sigue vigente la principal crítica a su Nobel de la Paz: su carácter prematuro. Da la sensación de que con este galardón preventivo la Academia sueca más que premiar a Obama con un Nóbel, ha premiado al Nóbel con un Obama. Esperemos que con el tiempo el presidente de los EE.UU. se lo gane. De momento, con sus discursos, va camino de volver a Estocolmo a recoger el de Literatura.

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