Antonio Casado – El mensaje del Rey.


MADRID, 23 (OTR/PRESS)

Como un secreto muy bien guardado se habla del toque de modernidad que este año tendrá la escenografía del tradicional mensaje navideño del Rey. Se caen los toques familiares y algún otro tópico costumbrista, que resultaban algo relamidos como telón de fondo. Aunque no sólo se trata de modernidad. Con un divorcio reciente en la familia real y el persistente castigo de la crisis económica a millones de españoles, tampoco venía a cuento desbordar la sobriedad de fondo y forma que aconseja la situación.

Más se presta a una glosa especial la otra novedad de este año. Uno de los tres canales de la televisión autonómica vasca emite el mensaje de don Juan Carlos a todos los españoles. Estamos ante un acontecimiento que sienta precedente. Nunca en los casi treinta años de reinado nacionalista en Euskadi había tenido a bien la televisión pública de la Comunidad Autónoma emitir la tradicional alocución del Rey en la fiesta más familiar del calendario cristiano.

O sea, que es noticia la emisión del mensaje por la televisión pública vasca. Cuando la normalidad se convierte en noticia algo anormal está ocurriendo, pues la noticia, penosa y lamentable noticia, repetida una vez al año, tendría que haber sido el hecho de no emitirlo. Aquello sí era una violación de la normalidad. La institucional y la otra. Sobre todo la institucional, puesto que hablamos de la figura que ostenta la más alta representación del Estado y la Comunidad Autónoma del País Vasco, constituida como una realidad político-jurídica, es una pieza más del Estado español.

Pero hay algo mucho más de fondo. La figura del Rey, como jefe del Estado, es el símbolo visible de las libertades reconocidas en la Constitución. Incluida la libertad de ver y escuchar el mensaje o cambiar de canal, sin salir de la televisión pública vasca, porque dos de sus canales no lo emitirán. Así que nada de imposiciones, como ha dicho algún necio de inquebrantable adhesión nacionalista.

Necedades han dicho unas cuantas los dirigentes nacionalistas vascos al conocer el anuncio del director general de ETB, Alberto Surio, cuando hace unos días anunció en el Parlamento de Vitoria que la cadena autonómica emitiría este año el discurso de Navidad del Rey de España. La más grande de todas es la que consiste en acusar al Gobierno de Patxi López de querer «españolizar» al País Vasco. Excelente mensaje para el batzoki, tan sectario como cualquier otro mensaje de partido, pero absolutamente extravagante para la gobernación de un territorio jurídica y políticamente españolizado, por mucho que la secta nacionalista cultive la utopía de una Euskadi como unidad de destino en lo universal. Mientras sigue siendo una utopía, el País Vasco está inevitablemente españolizado en la Constitución. Y de eso se deriva la obligación de respetar las reglas del juego.

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