José Cavero – ETA quiere situarse en Portugal.


MADRID, 11 (OTR/PRESS)

No es el primer intento que la banda terrorista hace para situar comandos y arsenales en Portugal, tras comprobar una y otra vez que «la vieja Europa» de Francia o Bélgica, presenta dificultades crecientes para la permanencia de etarras en su suelo. No hay que descartar que ETA haya conseguido incorporar algún comando en Portugal, «a un tiro de piedra» de España, pero sus más recientes intentos han vuelto a resultarle fallidos. Y, por si fuera poco, ETA y su entorno han recibido en las últimas horas varios mensajes que debieran llevarles a una profunda reflexión. Uno, el simple hecho de que en tres días, seis terroristas hayan sido arrestados en diferentes ámbitos. Otro, el «nítido» recado que el domingo les envió el ministro Pérez Rubalcaba: «Cuando vayan a un zulo se encontrarán con que les están esperando las Fuerzas de Seguridad; se les va a ir a buscar a los zulos, a las carreteras y a sus domicilios».

Con esta frase, resumía el resultado de las dos operaciones realizadas horas antes por la Guardia Civil; la que en Francia se saldó con el arresto de dos etarras -entre ellos, la coordinadora de comandos- cuando venían de sacar 2.000 euros de un zulo y la que, además de suponer la detención en Portugal de otros dos etarras, sirvió para interceptar una furgoneta con material para fabricar bombas y construir zulos. Los investigadores creen que ETA se disponía a crear infraestructura en el país vecino que le permita atentar con más facilidad en España. La hipótesis inicial, la creación de infraestructura por parte de ETA en Portugal, la barajan en Interior y en la Guardia Civil -a la espera de poder obtener más datos-, tras comprobar el material que transportaban y la dirección que habían tomado los terroristas. Los dos detenidos, Garikoitz García e Iratxe Yañez, trasladaban una furgoneta alquilada en Francia el sábado con 10 kilos de pentrita, 10 bidones para construir zulos, una pistola, un revólver, un arma larga, placas de matrícula francesas sin troquelar, una troqueladora, sensores de luz, sensores de movimiento, relojes y documentación.

Garikoitz García Arrieta, el etarra detenido en Portugal, huyó unos 120 kilómetros en el coche patrulla de los guardias civiles que le habían dado el alto, mientras éstos comprobaban la documentación y la carga de la furgoneta con la que ETA tenía la intención de preparar nuevos atentados, según informaron fuentes de la lucha antiterrorista. La operación se inició a las 21.20 horas cuando una patrulla de la Guardia Civil del puesto de la localidad zamorana de Bermillo de Sayago, en funciones de seguridad ciudadana, observó una furgoneta de matrícula francesa. Dos agentes procedieron a identificar y controlar el vehículo, una furgoneta Iveco, que había sido alquilada el mismo sábado en Francia y en la que viajaba sólo el conductor. En el momento en que los dos guardias comprobaban la matrícula y el bastidor de la furgoneta con la documentación que había entregado el conductor, éste se metió en el coche patrulla y huyó en dirección a Portugal. Inmediatamente, los agentes dieron la alerta y se activaron todos los protocolos de colaboración transfronterizos. Una hora y veinte minutos después, efectivos de la Guardia Nacional Republicana de Torre de Moncorvo (Portugal) localizaban el coche patrulla y tras disparar al aire para que parase, detuvieron al presunto etarra Garikoitz García Arrieta. Tras la detención, los policías portugueses identificaron y detuvieron también a Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón en las inmediaciones de la localidad lusa de Vila Nova da Foz. Viajaba con documentación falsa en un Opel Astra con matrícula francesa y se sospecha que realizaba labores de lanzadera (coche que circula de avanzada para avisar de los controles existentes en la carretera) para la furgoneta que conducía García Arrieta. Iratxe Yáñez figuraba en la lista de los etarras más buscados. Anoche, la Guardia Civil registró un domicilio en Vitoria, supuestamente relacionado con Iratxe Yáñez.

En la furgoneta Iveco se encontraron unos 10 kilos de pentrita, material para fabricar explosivos, bidones para utilizar en zulos, una pistola, un revólver, un arma larga, placas de matrícula francesa sin troquelar y documentación falsa. En el Opel Astra se encontraron seis documentos nacionales de identidad, un pasaporte y documentación francesa, un ordenador portátil, una cámara de fotos y alrededor de 10.000 euros. Los dos detenidos ya están en Lisboa, para ser interrogados por la Unidad Nacional Contraterrorismo de la Policía Judicial. Este lunes declararán ambos ante el Tribunal Central de Instrucción Criminal. Posteriormente, el juez dictaminará sobre la petición española de extradición a España.

Fuentes del Ministerio del Interior trabajan con la hipótesis de que ETA trataba de establecer la infraestructura necesaria en Portugal para realizar atentados en España. Las mismas fuentes son muy cautas y no mencionan ni objetivos precisos ni fechas para los ataques. Sin embargo, en medios del País Vasco destacan que los hechos delatan las intenciones de ETA. Mientras, la izquierda abertzale debate sobre la necesidad de acabar con la violencia, la banda terrorista manda mensajes inequívocos: expulsa a cinco disidentes, entre los que se encuentra Valentín Lasarte; fuerza la rectificación de Otegi y ahora envía efectivos a Portugal con explosivos y capacidad operativa para poner bombas. Si los líderes de Batasuna y Ekin buscan el retorno a la legalidad, la vuelta a las instituciones y al cobro de subvenciones oficiales, para lo que es innegociable el abandono de las armas por parte de ETA, los que mandan en la banda terrorista no parecen tener los mismos objetivos.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó: «Sabemos en lo que está ETA, y ETA sabe en lo que estamos nosotros». En referencia a los etarras, advirtió que las Fuerzas de Seguridad «les van a ir a buscar a las carreteras, a los zulos y a los domicilios hasta que esto acabe».

Por otro lado, una operación conjunta con la policía francesa ha permitido la detención de Iñaki Iribarren Galbete y Eider Uruburu Zabaleta, cuando la segunda accedía a un zulo en una zona boscosa próxima a Clermont Ferrand, en el centro de Francia, del que acababan de sacar 2.000 euros. Ambos etarras iban armados y ocupaban puestos de coordinación de comandos en el aparato militar de la banda terrorista. ETA tuvo un pésimo fin de semana. Por fortuna.

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