Antonio Casado – Quinielas para una crisis.


MADRID, 27 (OTR/PRESS)

A los adictos de la catástrofe y la simulación les ha tocado la lotería con las últimas proyecciones del FMI (Fondo Monetario Internacional) referidas a la España de Zapatero. De nuevo, los últimos de la fila. Nuestro país seguirá en recesión un año más (el 0,6 negativo durante 2010), mientras crecen todos los de nuestro entorno. Un nuevo motivo para practicar el tiro al blanco contra el Gobierno.

Se pregona a los cuatro vientos el mensaje: España, la enferma de Europa por culpa de Zapatero. Pero se calla que es una previsión corregida al alza sobre las propias previsiones anteriores del FMI (octubre 2009), en las que se anticipaba una mayor caída del PIB español. Es decir, que se equivocó antes o se equivoca ahora, si bien solo por unas décimas arriba o abajo.

En todo caso, en materia de quinielas sobre la evolución de la economía no es mejor ni peor ponerse detrás de las siglas del FMI. O de las del Gobierno de España, que también hace sus previsiones, lógicamente más optimistas y no siempre equivocadas. Véanse los índices referidos al año 2009. La medida de la recesión durante el año ya cancelado fue del 3,6 %, la prevista por el Gobierno antes de terminar el ejercicio. Y no la del 3,8 % anunciada por el FMI.

A Zapatero le cayó la mundial cuando hace unos días anunció el fin de la recesión a lo largo de 2010, pero el mismísimo patrón de patrones, Gerardo Díaz Ferrán, acaba de decir lo mismo, que lo peor ha pasado ya, y nadie le llamado incompetente ni mentiroso. Por otra parte, los índices de confianza empresarial en el futuro de la economía han aumentado en 5 puntos durante el mes de enero, lo que supone topar con el mejor dato de este indicador en los últimos dieciocho meses.

El nada sospechoso presidente de la CEOE, durante su conferencia-desayuno de este miércoles en Madrid, no dejó de señalar los males estructurales de la economía española y la necesidad de unas reformas (mercado laboral, impuestos, sector público, sector financiero, energía, etc.) que vuelvan a ponernos en el camino del crecimiento, la competitividad y el empleo. Pero fue nítido su mensaje de confianza en la capacidad de recuperación de la economía española. Exactamente el mismo mensaje que está implícito en el discurso del presidente del Gobierno cuando se refiere a la crisis económica y los esfuerzos comunes por superarla.

Díaz Ferrán incluso llegó a discrepar de las últimas previsiones del FMI sobre el fin de la recesión en España. La diferencia es de seis décimas, pues los cálculos de la CEOE apuntan a un crecimiento «cero» para 2010 para empezar a crecer en 2011. El FMI, como queda dicho, cree que en ese año, el corriente, España decrecerá un 0,6%. El tiempo lo dirá.

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