José Cavero – El día que Esperanza llamó «hijoputa» a un colega


MADRID, 30 (OTR/PRESS)

No aprenden nuestros políticos, y de nuevo uno de ellos ha sido sorprendido por un micrófono indiscreto. O mejor dicho, por la indiscreción de una «lideresa» política que hablaba de la consideración moral que le merecía, según parece, un correligionario del PP madrileño, dentro de la pelea que no cesa entre aguirristas y gallardonistas. La presidenta de la Comunidad de Madrid, en efecto, ha sido la pillada esta vez, y vamos a ver cómo sale de su propia trampa. Un micrófono abierto durante un acto en la localidad madrileña de Becerril de la Sierra recogía estas palabras de Aguirre: «Hemos tenido la inmensa suerte de darle un puesto a IU quitándoselo al «hijoputa»».

Las palabras de la presidenta hacen referencia a la batalla por la presidencia de Caja Madrid y al reparto final de sus consejeros. Pese a que finalmente ya parecía cerrada esta controversia, tras el nombramiento de Rodrigo Rato como sustituto de Miguel Blesa, ha vuelto a abrirse la herida con este desliz de Aguirre. La presidenta interrogaba a su «número dos», Ignacio González, sobre las modificaciones en los órganos de Caja Madrid aprobados el jueves, y le confesaba que cierta información le había dejado «de una pieza».

Aguirre, tras su desliz, aclaró que no se refería al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón sino a uno de los consejeros, cuyo nombre no recordaba en ese momento y del cual no duda que sea un «santo y su madre también». Se sospecha que la presidenta podría hacer referencia al consejero Fernando Serrano, próximo a Gallardón. Además, ha insistido en que estas polémicas afirmaciones se han llevado a cabo en el contexto de una conversación particular. «Las conversaciones, cuando son particulares y privadas, son letales y no hay nadie que resista la transcripción literal de una conversación privada», apostilló Aguirre, en su justificación. Preguntada expresamente por las circunstancias en las que fue sorprendida por los micrófonos cercanos ha admitido que «en esa «trampa cae todo el mundo, desde Rajoy hasta Sarkozy pasando por Clinton, o Bono hablando de Blair, y Jordi Sevilla de Zapatero. Seguidamente, la presidenta pidió disculpas a quien haya podido sentirse ofendido por sus palabras.

En la conversación «captada», Aguirre pregunta a González a quién tienen dentro de la entidad, Caja Madrid. «O sea que, nosotros, ¿qué arma tenemos?». «¿En la caja?», le replica su interlocutor. «Contra él», le responde ella. Mencionan a nuevos nombres en ese Consejo, como los de Arturo Fernández, Javier López Madrid (ambos de CEIM), Carmen Cafranga (de la Fundación Pardo-Valcarcel) y Mercedes de la Merced (del PP). Ignacio González agrega: «y alguien de IU». Aguirre replica con la ya famosa frase: «Yo creo que nosotros hemos tenido la inmensa suerte de poderle dar un puesto a IU quitándoselo al hijo puta, eh». Aguirre se queja también de que no le ha llamado Miguel Corsini, ex presidente de Renfe, que también ha entrado en Caja Madrid. «Esta mañana, este «pollo» que hemos puesto en la Comisión de control en vez de Pedro Antonio, este Corsini, como si no fuera conmigo». Por otra parte, González la informa de que Arturo «quiere ser presidente de la Cámara» de Comercio, para darle después «la gestión a Corsini». Cabe recordar que durante más de un año Caja Madrid ha sido objeto de fuertes polémicas hasta llegar al consenso culminado en torno a Rodrigo Rato. Uno de los órganos donde la tensión fue mayor fue en el seno de la comisión de control, cuyo presidente llegó a ser Fernando Serrano en sustitución de Pablo Abejas, persona de confianza del Gobierno de Esperanza Aguirre. Fernando Serrano, considerado afín a Alberto Ruiz-Gallardón, ha dejado ese órgano y en su lugar ha entrado, en representación de IU, Rubén Cruz Orive.

La «pillada» a la presidenta abre un nuevo capítulo en la guerra entre Aguirre y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón evidencia no solo el distanciamiento entre presidenta y alcalde. Además, reabre otro viejo enfrentamiento que acabó con la suspensión de militancia del segundo de Gallardón, Manuel Cobo, que en plena batalla por la jefatura de la entidad bancaria calificó «de vómito, lo que personas cercanas a Aguirre hacen con Rato». Estas palabras y su ratificación posterior, provocaron que el Comité de Garantías del PP de Madrid -controlado por Aguirre- pidiera la apertura de un expediente disciplinario a Cobo y esta semana fuera suspendido un año de militancia por el Comité de Garantías de su partido. Finalmente tras desencuentros y broncas, Aguirre cedió la presidencia de Caja Madrid a Rato, en detrimento de su segundo, Ignacio González, que era su candidato a presidir la entidad. Con el nombramiento de Rato, parecía que todo volvía a la normalidad, pero fue un simple espejismo. Hoy, la presidenta de la comunidad se ha encargado de volver a enardecer los ánimos, con su rotunda descalificación -hijoputa-, de un gallardonista. ¿llevarán ahora al comité de conflictos a Esperanza por su insulto a un correligionario?

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