MADRID, 9 (OTR/PRESS)
En la vorágine de ruidos de la crisis económica, se me cuela la cercana posibilidad, ante noticias del CGPJ, de que se carguen al juez Baltasar Garzón, qué causalidad, por su investigación de los crímenes del franquismo. Forzando las cosas y la interpretación de las leyes, cualquier cosa es posible y lo es sobre todo en este país. Garzón es el mismo juez que inició las investigaciones sobre el caso Gürtel, pero ya sé que ese detalle no tiene absolutamente nada que ver con los movimientos judiciales que intentan nada menos que suspenderle de sus funciones y quién sabe si inhabilitarlo de por vida. Ande, venga, indague usted los crímenes del franquismo y a lo peor, eso sí, por pura casualidad, le cae a usted o la cárcel, o la ruina, o la suspensión, o la expulsión de su carrera, o la inhabilitación para ejercer cualquier cargo. Venga, hombre, le digo a usted, cualquier ciudadano de este país, atrévase. Es el mismo juez que puso coto a la impunidad de uno de los más sanguinarios dictadores latinoamericanos. Es que se me olvidaba este pequeño detalle, hombre.
Al calor y al ruido de la crisis puede suceder cualquier cosa, que seguramente no provocará ningún levantamiento popular en las calles. Sin salir de la crisis, puede suceder, y de hecho ha sucedido y está sucediendo, no sólo lo evidente de los especuladores internacionales, sino la complicidad de una buena parte del mundo mediático interior y exterior para cargarse concretamente a Zapatero, quien, con todos sus errores y torpezas, se ha distinguido por plantar cara a los responsables reales de la crisis económica internacional y española, cosa verdaderamente imperdonable para ellos. Si yo fuese Zapatero, para mi fortuna no lo soy, dejaría el poder en manos de Rajoy y a partir de ese momento le negaría el pan y la sal y no caería en el patriotismo de tenderle la mano para ayudarle a sacar a España del atolladero, pues eso sería lo equitativo. Soñar, soñar, porque ya he dicho que lo que España necesita es un acuerdo de Estado y un Gobierno de concentración, si es que tan grave es la situación.
