MADRID, 10 (OTR/PRESS)
Posiblemente dudó el presidente, sobre la estrategia a emplear en la primera sesión de control del Congreso, en la nueva temporada: ¿Saldría a la defensiva, ante las innumerables y severísimas críticas de las últimas semanas, o al ataque? Y decidió emplear la técnica del ataque, exigiendo al PP sentido de la responsabilidad ante los españoles y la opinión publica internacional y a Mariano Rajoy, en concreto, porque le ha imputado «exageración y alarma que daña a nuestro país». A su vez, el líder del PP, atribuyó las dudas internacionales sobre España a la falta de decisión y la improvisación del Gobierno. Y reprochó a Zapatero que había dilapidado toda su credibilidad.
El líder del PP esgrimió las cifras negativas para exigir al presidente del Gobierno que haga lo que dice. Zapatero ha reiterado que su Gobierno mantendrá el nivel de protección social y ha asegurado que nunca como ahora los desempleados han tenido un nivel tan alto de protección. Aseguró también que el nivel de deuda española es menor ahora que la que dejó el PP en 2004. «La economía no está peor que hace seis meses», aseguró más tarde Zapatero en respuesta al portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida. El portavoz nacionalista instó al presidente del Gobierno a un «gran pacto de Estado» de todos los partidos para afrontar la crisis económica. «Improvisación es lo contrario que consenso» y «es la hora del consenso» ha dicho el portavoz de CiU, antes de afear a Zapatero las rectificaciones sobre la reforma de las pensiones.
En opinión de los presentes, el primer rifirrafe parlamentario del año entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, resultó flojo y casi sin enfrentamiento. El presidente pedía responsabilidad y Rajoy atacaba las medidas del Ejecutivo para hacer frente a la crisis. Es decir, que se esperaba más dureza en el combate, y que, en sus sucesivas comparecencias, ambos líderes repitieron las mismas críticas, reproches y exigencias de los últimos meses. El líder «popular» sólo ha hecho una pregunta al presidente sobre la utilidad de las medidas económicas, y éste, de nuevo, ha vuelto a la crisis económica mundial, a la falta de apoyo del principal grupo de la oposición y al estado de «alarma» que han generado los «populares». «Sus medidas no son idóneas y llevamos meses diciéndoselo y usted no hace nada», contestaba Rajoy a las acusaciones del Gobierno sobre la falta de responsabilidad de los «populares». El líder de la oposición critico los «anuncios precipitados» del Gobierno presentados la semana pasada y «la incertidumbre que ha generado». Rajoy exigía al Gobierno que «diga la verdad aquí y fuera, hacer lo que dice, no cambiar de criterio cada media hora, no improvisar, fijar prioridades y reducir el déficit».
Por su parte, el presidente acusaba a los «populares» de generar alarma en la población e hizo un llamamiento al esfuerzo y a la responsabilidad. «El esfuerzo de todos es necesario para reducir el déficit y para que la posición internacional de España se mantenga, y espero que el sentido de responsabilidad esté en su lenguaje político». Zapatero también respondió a los demás grupos parlamentarios. CiU se encargó de llevar al Congreso la polémica reforma de las pensiones. Su portavoz, Josep Antoni Duran i Lleida mostró su disposición al diálogo y ha pedido al Gobierno un compromiso para llegar a acuerdos. A su vez, el presidente ha querido tranquilizar los ánimos y ha vuelto a afirmar que «la economía no está peor que hace seis meses», a la vez que ha llamado al diálogo y a la unidad de todas las fuerzas políticas para buscar y aprobar soluciones que «nos hagan más fuertes».
Zapatero recordó que el Gobierno «viene invitando, convocando y promoviendo» el máximo consenso para salir de la crisis y «lo seguirá haciendo en aquello que afecta a la credibilidad y la solvencia». En cuanto a la reforma de las pensiones se limitó a decir que lo único que ha hecho el Ejecutivo es cumplir con el mandato del Parlamento y poner sobre la mesa propuestas para reforzar el sistema público de pensiones.
Sus señorías, por lo demás, han regresado al hemiciclo con ganas de aplaudir a sus propios «héroes», los correspondientes líderes.
