MADRID, 10 (OTR/PRESS)
El debate parlamentario tuvo una segunda parte en el Congreso de los Diputados, donde el PP insistió en reclamar, como ya había hecho con anterioridad, en la reducción de altos cargos y asesores del Gobierno. En ocasiones anteriores, el Congreso se había sumado a la iniciativa del PP de reclamar que se supriman varias carteras ministeriales, en el propósito de reducir gastos del Estado. En esta ocasión, de acuerdo con el anuncio que anteriormente había hecho la portavoz Soraya Sáenz de Santamaría, el PP solicitaba el cese de la cuarta parte de los altos cargos del Gobierno. Y se sumaron a la iniciativa del PP otras fuerzas políticas, como CiU o el PNV. Como sucedió en las tres ocasiones anteriores en que se votó y aprobó alguna medida parecida, es improbable que el Gobierno acceda a las pretensiones de los «diputados opositores reunidos».
En este primer pleno del nuevo periodo de sesiones en el Congreso, en el que el PSOE encajó su primera derrota, además de reclamarse la reducción de la cuarta parte de los altos cargos, se insistió en reclamar -de nuevo- la supresión de ministerios que se consideran prescindibles, como los de Vivienda, Igualdad y la vicepresidencia tercera del Gobierno, que ocupa Manuel Chaves. Es evidente que la oposición, y particularmente el PP, se proponían conseguir una derrota moral del Gobierno, en particular si tenemos en cuenta que el debate y la derrota socialista se produce cuando el Gobierno acaba de lanzar la iniciativa de proponer una reducción por valor de 50.000 millones de euros en los tres años siguientes, para conseguir el objetivo de reducir el déficit público del 11,4 por 100 actual del PIB al 3, conforme a la exigencia de la Comisión Europea, unos propósitos que el lunes y el martes «vendieron» en Londres y en París la vicepresidenta Salgado y el secretario de Estado Campa.
Para evitar la derrota en el Parlamento, el PSOE intentó llegar a algunos acuerdos con grupos minoritarios, pero no se produjo entendimiento y la iniciativa del PP, con el apoyo de la mayor parte de los restantes grupos, salió adelante, con 175 votos a favor y 163 en contra. Rafael Merino fue el diputado popular encargado de presentar la iniciativa y repitió los ya muy viejos eslóganes del PP contra el PSOE de tiempos de Aznar: Váyanse del Gobierno… Váyanse, señores socialistas, es la mejor política que pueden hacer, dijo.
El debate y votación en el Congreso se produce en los días en que las cámaras parlamentarias han reanudado sus tareas después de mes y medio de vacaciones navideñas, lo que ha originado numerosas críticas y algunos gestos de disgusto, como el de José Bono que cree injustas estas consideraciones periodísticas. También las afirmaciones que se han repetido de que sus señorías consiguen pensiones máximas con apenas diez años de presencia en las Cámaras legislativas, frente a los treinta o cuarenta años de cotización que se exigen al resto de los ciudadanos. También se echa de menos en la propuesta del PP que se haya «olvidado» de proponer recorte de cargos, y por tanto de gastos, en ayuntamientos y en comunidades autonómicas, varias de las cuales gobierna el PP. Se supone que estas cuestiones serán consideradas cuando se aborde el proyecto del Gobierno de reducir en 50.000 millones el gasto público en los próximos años. O mayor cantidad si fuera precisa, según destacaba el pasado lunes en Londres el secretario de estado Campa.
