Fermín Bocos – El buen ladrillo.


MADRID, 2 (OTR/PRESS)

Si no fuera porque el anuncio coincide con la nueva cifra del paro -en febrero otros 82.000 trabajadores se han quedado sin empleo- sería como para tomárselo a broma. Porque ironía parece: el Gobierno, por boca de la vicepresidenta Salgado, anuncia la vuelta al ladrillo. El esperado plan anticrisis pasa por primar la construcción intentando recuperar 350.000 empleos en dos años. El mismo Zapatero que hace dos meses, tras repetir la jaculatoria del I+D+I como paradigma de la futura «economía sostenible», denostaba al sector de la construcción y anunciaba que la única salida posible de la crisis pasaba por un cambio del modelo económico español dice ahora que hay que volver al ladrillo.

Lo curioso es cómo justifican el volantazo. «Hemos querido acabar con el ladrillo especulativo, pero no con el ladrillo -dice Salgado- porque la construcción es un sector muy importante». Como suena. El Gobierno, tras leer a Fernand Braudel descubre ¡por fin! el Mediterráneo. Tras denostar al sector -constructores, empresarios, promotores, proveedores- estigmatizándolos a todos como especuladores, deciden rehabilitarlos ante la evidencia del fracaso de todos los parches ideados para sacar a España de la recesión.

Bien está que tras meses de desconcierto, por fin, el Gobierno se haya acordado del papel que debería estar ya jugando el ICO, porque el crédito es la clave, el oxígeno necesario para que la pequeña y mediana empresa puedan funcionar y al generar actividad económica creen puestos de trabajo o los mantengan. ¿Cuántas veces se lo han dicho, no uno, sino todos, los portavoces de los partidos de la oposición? ¿Cuántos meses, en suma, llevamos de retraso a la hora de adoptar medidas eficaces para combatir la crisis? ¿Pedirán disculpas por tanto amateurismo y tanta improvisación?

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