Pedro Calvo Hernando – Sólo ha hecho que empezar.


MADRID, 9 (OTR/PRESS)

Algo tiene que ocurrir en este país para que cambie este rumbo deleznable que ha tomado. Un rumbo que consiste en la concentración paulatina e implacable del debate público y de la exhibición mediática en el ensalzamiento rencoroso y hediondo de lo más cutre, ultra y antidemocrático del alma humana, del alma española, en este caso. Una constatación que explica la desgana, el aburrimiento y el despiste de una gran mayoría de los españoles, entre ellos buena parte de aquellos cuyo fondo de pensamiento siempre fue progresista, democrático, moderno y honorable. Hace ahora siete años se produjo un estallido que lo cambió todo y que se condensó en las gigantescas manifestaciones del No a la guerra, esencialmente del 15 de febrero y del 15 de marzo de 2003. Fue el revulsivo contra una situación que se venía haciendo insostenible, pero por motivos distintos de los que ahora dominan el panorama. Aquello no se aguantaba más y explotó por todas partes, la más visible, aquellas enormes manifestaciones.

Ahora la situación es paralela, aunque en circunstancias distintas, como es la crisis económica actual o el hecho de que sea un partido de izquierda el que está en el poder. Este último dato no se tolera ya desde la derecha, que pretende cabalgar sobre esa crisis y sobre mentiras interminables para recuperar el poder perdido en marzo de 2004, sea como sea y a cualquier precio. Están sucediendo muchas cosas, que hacen necesario un cambio sustancial. Pero hay una especialmente escandalosa, que es la persecución organizada contra el juez Baltasar Garzón, quien representa un importante obstáculo contra los designios ultramontanos de impunidad para los crímenes genocidas del franquismo y contra los designios ultraconservadores de tapar el océano de corrupción que los anega. Eso es así, se pongan como se pongan. El movimiento de apoyo a Garzón, incluido el Gobierno y su presidente, se ha desatado, pero sólo ha hecho que empezar. Lo probable es que se convierta en una gran marea que se ponga a la altura de la de 2003 y sea el revulsivo paralelo al de entonces.

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