MADRID, 14 (OTR/PRESS)
Son, sin duda, de extraordinario interés las declaraciones que el dirigente batasuno Arnaldo Otegi ha hecho desde la prisión en la que cumple condena por apología de terrorismo, y que se refieren a la actitud que, en su opinión, debiera tener en cuenta la dirección de la banda ETA, según la transcripción que destaca este domingo el diario El Mundo: «Ya les dije que no, que ya no. Las conclusiones están ahí. La gente quiere esto y ellos tienen dos posibilidades: o se suman a la procesión o se suicidan. Pero delante del pueblo, porque la gente no va a entenderlo». Efectivamente, quien así habla es el ex portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, recluido en prisión. El mismo que instantes después, en la misma conversación que mantiene con uno de sus amigos de visita añade: «Si les tienen machacados… Esto ya es de chiste». Se refiere obviamente a la dirección de ETA.
Recuerda el mismo trabajo periodístico que los partidarios de Otegi y la dirección de ETA -el «sector duro» de la banda-, han protagonizado en los últimos meses un debate interno que, por primera vez, no ha sido ganado por los jefes. Los vencedores, encabezados por el ex portavoz de Bastasuna, redactaron su posición en la denominada Declaración de Alsasua. La conversación interceptada a Otegi es del 2 de marzo, cuando ya ha recibido esas presiones, y convendrá tenerla muy en cuenta a la luz de los acontecimientos que nos muestran a una banda armada decaída, sin recursos y con una pasmosa sucesión de detenciones de jefes y de miembros. Pero, a la luz de tales circunstancias, es clara la opinión de quien ha sido apoyo permanente de ETA, el propio Otegui: «ETA tiene dos posibilidades, o se suman a la profesión o se suicidan. Porque les tienen machacados -a los de ETA- Esto ya es de chiste».
También acerca de un eventual fin de la banda terrorista ETA ha hablado en otro diario, El País, el instigador de las negociaciones que el Gobierno llevó a cabo en la pasada legislatura para conseguir el final de la banda, Jesús Eguiguren. Sostiene el dirigente socialista vasco que son «los partidos vascos, y no el gobierno central, quien deben gestionar el final de ETA. Recuerda Eguiguren que José Ternera le llegó a decir durante la tregua que habría que plantearse pedir perdón. E insiste en que «en la izquierda abertzale hay un cambio de estrategia. Lo suyo no es una estratagema», advertencia que cabría aplicar a las manifestaciones antes citadas de Otegi. No es improbable, en efecto, que algo se esté moviendo en los alrededores de la banda, sobre todo a la luz de lo que pasa en su interior: jefes detenidos, militantes apresados, armamento confiscado, planes desbaratados.
