Mabel Redondo – Entre Bambalinas – Mónica Pont lucha por recuperar a su hijo.


MADRID, 26 (OTR/PRESS)

Mónica Pont continúa la batalla contra su ex marido Javier Sagrera de quien se separó hace tres años y con quien mantiene un contencioso desde entonces por la custodia de su hijo. De momento, esa custodia es compartida por lo que disfrutan del pequeño una semana cada uno, pero lejos de ser una solución salomónica es más bien un suplicio para Mónica. Ella vive en Madrid y su ex pareja en Gerona, por lo que se ve obligada a vivir a caballo entre una y otra ciudad. Mónica solicitó la custodia para tener a su hijo a su lado, ya que alega una y otra vez en su demanda que ella debe vivir en la capital porque es donde puede trabajar. Mónica se siente decepcionada con el resultado de la sentencia, pero piensa seguir luchando por recuperar a su hijo, el niño es guapísimo y está muy unido a su madre.

La separación de Mónica y Sagrera fue muy sonada, la actriz denunció a su ex por violencia familiar, el padre de Pont declaró contra su hija y a favor de su yerno. Se dijo que Mónica quería aprovecharse de Sagrera y quedarse con la massía donde vivía el matrimonio. En fin, un culebrón que trajo mucha cola.

Fue esta una separación tormentosa por el cruce de acusaciones que se lanzaron de una y otra parte, y fue aún más sonada porque Armando Sánchez, el padre de la actriz, se vendió por los platós para poner a parir a su hija, es el «anti padre» que dejó al descubierto su falta de escrúpulos. Cuando Mónica comenzaba a saborear los primeros aires de popularidad por su papel en «Hostal Royal Manzanares» me contó que su padre siempre se despreocupó de la familia y que no tenía ningún tipo de relación con él. Armando reapareció para ir al acecho de su hija cuando esta ya era famosa, él buscaba dinero y popularidad, afortunadamente eso le duró poco.

Pero Mónica Pont no se rinde, ahora prepara un nuevo recurso para recurrir una sentencia con la que no está de acuerdo, seguirá luchando por la custodia de su hijo. Mientras tanto, recibe el incondicional apoyo de su pareja Dimas, con quien comparte su vida desde que se separara de Javier Sagrera.

Una bonita sonrisa hay que currársela, eso es lo que deben de pensar, entre otros, las guapas y guapos que acudieron a la inauguración de la clínica dental «Smylife» en la milla de oro de Madrid. La sin par Marilé Zaera consiguió reunir entre otros a un buen ramillete de misses a quienes últimamente les había perdido la pista.

Me sorprendió saber que María Jesús Ruíz se estrenará como actriz en una película. Aparte de eso, recordar que con Dani DJ nada de nada, esa «extraña pareja» terminó como el rosario de la aurora tras salir a la luz los supuestos malos tratos del DJ a la modelo, algo que finalmente quedó desmentido. Ahora María Jesús está soltera y sin compromiso, no le será difícil encontrar candidato porque descaro y simpatía no le faltan, además luce como nadie escotes de escándalo y consigue atrapar la atención hasta del más «pintao».

Otra reaparición fue la de María Reyes, la soriana «Miss España 95» también me reivindicó su vocación interpretativa, es posible que la veamos en la gran pantalla con una coproducción española-marroquí. Ha sido una de las misses más cotizadas a nivel internacional, ha trabajado mucho en Milán, Londres y Paris, pero sabe que la carrera de modelo tiene fecha de caducidad, por eso ha estudiado nutrición y ahora quiere ejercer de nutricionista. Sin duda sus pacientes la podrán tomar como referencia para seguir una buena dieta y comer sano. Cuando ví a María Reyes no pude evitar recordarle que hace la friolera de quince años le hice su primer reportaje como Miss España con toda su familia y en su casa de Soria. Sus ojos reflejaron cierta nostalgia, ¿quién se lo iba a decir?, sobre todo si recordamos que estuvo a punto de renunciar al titulo porque se presentó pensando que nunca ganaría y cuando salió Miss España creyó que eso no era para ella. María se sintió presa del pánico pero finalmente siguió adelante, su intuición le funcionó.

Las misses Verónica Hidalgo y María José Besora tampoco se perdieron la fiesta de Marilé, al igual que Silvia Tortosa, a sus 63 años y recién operada de estética la actriz luce como nadie un rostro sin arrugas que no delata el paso del tiempo, en su buena conservación también tiene «arte y parte» su novio Carlos, un fornido y simpático muchachote de 38 años que bebe los vientos por la Tortosa: «Me he casado tres veces y no descarto una cuarta», me soltó espontánea y vigorosa. «Yo estoy encantada con mi novio y reivindico que la mujer como la fruta, mejor madura», ahí queda eso.

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