José Cavero – Tragedia en Seseña


MADRID, 4 (OTR/PRESS)

La tragedia conocida este sábado en la localidad toledana de Seseña, donde una niña desaparecida el martes, fue recuperada cadáver en una vieja fábrica de yeso abandonada, despierta los ecos de otros casos de niños desaparecidos y nunca encontrados, o hallados muertos. Seseña se despertaba este domingo conmocionada aún por la muerte de Cristina Martín, la niña de 13 años que desapareció el martes, y por la detención de una menor de su entorno presuntamente relacionada con el crimen. Los restos de Cristina presentan evidentes signos externos de violencia, y permanecieron toda la noche en el Instituto Anatómico Forense de Toledo a la espera de que la autopsia que avance en la investigación en torno a la causas de su muerte. La familia también está a la espera de que se proceda a realizar la autopsia para iniciar los preparativos del funeral. El Ayuntamiento ha decretado dos días de luto tras hallarse el cuerpo en las afueras del municipio, donde ondean las banderas a media asta en señal de luto. El mazazo para la familia llegó por la mañana tras cinco días de intensa búsqueda. Una pareja de la Guardia Civil que formaban parte del operativo de 150 agentes desplegado en la zona, hallaba el cadáver alrededor de las 11.30 horas. El lugar donde se encontraba es una zona de difícil acceso, donde proliferan los pozos y las cuevas. En una de esas cavidades fue descubierto el cadáver de Cristina, identificado por la ropa que llevaba en el momento de su desaparición. Hasta allí se desplazaron especialistas del Grupo de Rescate Especial e Intervención en Montaña, que se encargaron por la tarde de sacar el cuerpo a superficie.

Cristina había sido vista por última vez en torno a las once horas del pasado martes, cuando salió de casa para ver a una amiga, con permiso de su madre, que le pidió que volviera en una hora. La Guardia Civil ha interrogado a una menor presuntamente relacionada con la muerte de la niña. Según fuentes de la investigación, la detenida forma parte del entorno de conocidos de Cristina, no así de su círculo familiar. Un vecino de la víctima, dueño de un bar cercano a la casa de los padres, ha apuntado que la chica detenida por la Guardia Civil es una compañera del instituto de Cristina, de 15 años. Otra vecina ha manifestado que «las niñas se pegaron en el mercadillo». Pese a que el caso está bajo secreto de sumario, fuentes de la Guardia Civil han asegurado que las investigaciones «están muy avanzadas».

En las horas siguientes a la desaparición de Cristina, la familia había relatado que había mantenido una conversación telefónica con reproches y «tonos altos», por lo que posiblemente los investigadores se dirigieron de inmediato a la interlocutora de Cristina, que pudiera ser su verdugo.

Los diarios de este domingo prestan amplia atención al suceso. La Vanguardia relata cómo una llamada telefónica condujo hasta la acusada, que riñó con la víctima hace días. El La Gaceta se destaca que el cuerpo de Cristina fue encontrado, y que la investigación descarta que sea una violación, aunque sí hay signos de violencia. Cuenta La Razón que, según el alcalde, el pueblo está consternado. En El País se relata que la detenida declaró durante varias horas y que, según su versión, mantuvo una discusión y en un momento dado la empujó al suelo, golpeándose la niña y muriendo en el acto de manera accidental. También ABC habla de «riña mortal». Y en El Mundo se indica que la niña detenida pudo haber confesado su crimen.

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